Sabido es que Neil Young organiza anualmente unos conciertos asombrosos en la escuela de dos de sus hijos, que sufren parálisis cerebral grave. Unos conciertos para recaudar dinero para la Bridge School. Como cualquier concierto colegial, pero con protagonistas de primer orden. Elvis Costello es uno de los que suelen con frecuencia, este año además estaba su mujer Diane Krall, y junto a Arcade Fire, My Morning Jacket o la reunión de Crosby, Stills, Nash & Young, ya hubiera sido un cartel de lujo. Pero, además, Neil Young consiguió que Tom Waits aceptara la invitación para tocar allí. Teniendo en cuenta las escasas apariciones en director del autor de Rain Dogs, que además no daba un concierto desde hace cinco años, lo que ocurrió el pasado domingo en Mountain View, California, supone un acontecimiento para cualquier seguidor de Tom Waits. Además, ese mismo día murió Lou Reed, y buena parte de los músicos allí reunidos improvisaron una versión colectiva de Oh! Sweet Nuthing.
Tom Waits interpretó diez canciones, varias de ellas pertenecientes a su último disco Bad As Me, publicado justo hace dos años, pero también dos de las gloriosas piezas de Rain Dogs, Singapore y Cemetery Polka, Lucky Day de Black Rider y Come On Up the House de Mule Variations, e incluso recuperó una de las canciones de su primera época que uno elegiría entre las joyas de las joyas de su repertorio: Tom Traubert’s Blues. Una de las más emotivas, también. Y estaba acompañado por una pequeña banda acústica en la que figuraban David Hidalgo, guitarrista de Los Lobos; el fiel contrabajista Les Claypool y su hijo Casey Waits.
Lo bueno es que alguien que firma como Nik Houser filmó desde el público las diez canciones y las brinda en Youtube. Y aquí las ponemos para disfrutar del concierto de principio a fin, eso sí, con algunos problemas en el sonido de los graves y algún empujón en la cámara, pero con calidad y cercanía suficiente para comprobar que Tom Waits sigue siendo único en directo (y en todo lo demás). Incluyendo su extravagante humor entre canción y canción. Aunque por momentos su forma de impostar la voz parece excesiva (ya no puede o no quiere cantar Tom Traubert’s Blues con la naturalidad y cercanía de antaño) la ventaja es que sus interpretaciones siempre son diferentes, y ofrece versiones destripadas de Singapore o Lucinda, y una preciosa Lucky Day.
Este fue el repertorio:
1. Raised Right Men
2. Singapore
3. Talking at the Same Time
4. Chicago
5. Lucky Day
6. Tom Traubert’s Blues
7. Lucinda
8. Last Leaf
9. Cemetery Polka
10. Come On Up to the House