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Ricardo Aldarondo

Mon Oncle

Julio Bustamante ilumina la Valencia ensombrecida

Era una asignatura pendiente. Aunque muchas veces he leído las devociones y llamadas de atención de Rock de Lux hacia la figura de Julio Bustamante, nunca había terminado de investigar en su trayectoria. La ocasión brindada por el festival donostiarra Dock of the Bay, al proyectar ayer el documental Bustamante Perkins fue todo un descubrimiento. Una epifanía, que dicen ahora. Iluminador en diversos sentidos.

Bustamante Perkins es una delicia de película, no hace falta que te guste o conozcas al personaje retratado. Enseguida te introduce en la vida cotidiana, tan normal y tan milagrosa, de un cantante-compositor (cantautor no le encaja bien, porque su música tiene tantas raíces en el pop y el rock como en otros géneros, del folk a la canción brasileña o francesa), difícil de definir y de describir, a pesar de ser tan accesible y habitual como cualquier ciudadano que pasea por la calle o por la playa.

Sin grandes pretensiones artísticas, pero con una distinción alcanzada desde la misma sencillez que practica el personaje retratado, los directores Pep Garrido y Xesc Cabot logran una descripción tan exacta como libre del mundo poético, artístico, vital y cotidiano de una cierta bohemia bien entendida, como amor al trabajo bien hecho, a la vida, al disfrute del día a día al margen de las imposiciones, pero sin ocultar los sacrificios que también conlleva una entrega a la coherencia artística y personal.

Con unas entrevistas muy naturales y bien seleccionadas (qué bien le definen tanto los críticos de música de Rock de Lux Santi Carrillo y Eduardo Guillot como los amigos y colaboradores), evitando el simple diálogo de bustos parlantes, Bustamante Perkins está llena de momentos bonitos, cálidos, divertidos y emocionantes. Destila un respeto por la música del autor que, aunque resulte paradójico, no suele ser frecuente en los documentales musicales, y aunque por cuestión de tiempo no se pueden dejar siempre las canciones enteras, los fragmentos están bien seleccionados y montados, guardando todas las esencias de las canciones.

Nos sorprendió en el coloquio brevísimo (se imponía la siguiente sesión) pero muy fructífero, que los directores explicaran que todo se filmó en una semana, porque la naturalidad y el detallismo del acercamiento a Bustamante en su intimidad parece que solo se puede lograr con mucho tiempo de trabajo y filmación. Lo que dice mucho en favor del talento del director y del propio Bustamante, siempre con el humor sutil a punto para contrapesar su sensibilidad. O de complementarla.

Aparte de frases y situaciones memorables, hay unas cuantas secuencias musicales a retener. Una de ellas es la interpretación junto al grupo Fred i Son de la canción Avions, en la que destacan las preciosas guitarras y la imaginativa línea de bajo además de la propia creación de Bustamante, claro, en esta actuación:

También es emocionante la versión que hacen de Sur del corazón, en el salón de la casa de Bustamante, como un ensayo entre amigos (e incluyendo como bajista al hijo de Bustamante), en la que destaca la voz y la presencia de Montse, con el sol mediterráneo inundando la estancia. Esa canción definió también lo especial que fue la proyección en el Trueba de San Sebastián. Porque en Sur del corazón Bustamante lleva quince años cantando la frase “Me gustaría visitar Euskal Herria pero nadie me ha llevado hasta allí arriba / Tengo un disco de canciones en euskera / que despierta en mí esa fantasía”. Pero hasta que lo hizo ayer el Dock of the Bay nadie había traido a Bustamante a San Sebastián, donde según explicó, su padre pasó la guerra. Y ese momento de la canción, claro, provocó sonrisas cómplices entre el público. No está esa secuencia en Youtube, pero sí  la preciosa canción contenida en su disco Entusiastas.

Y otro momentazo del documental es la canción que Bustamante dedicó a su madre, Adelina, montada con imágenes de ella sacadas de las películas familiares en Super 8, otro material que los directores utilizan magníficamente a lo largo de toda la película. Lamentablemente no puedo poner la canción porque no está en Youtube, se incluyó en su disco Con tal de volar.

Sin apenas citarlo expresamente, Bustamante Perkins define a la perfección una de las cosas que representa el cantante-compositor, dibujante y filósofo Julio Bustamante: la luminosidad, placidez y calidez mediterránea de Valencia, tanto a través de su urbanismo tradicional como de sus playas, el reverso total de la siniestra, tumoral y delirante Valencia definida y difundida a los cuatro vientos por los políticos que la han gobernado en los últimos años. Una luminosa Valencia, la que entrega Bustamante Perkins y todo su contenido, que reconforta y tranquiliza, muy evocadora.

Luego Bustamante dio un concierto en el Bukowski al que, muy a mi pesar, no pude ir. Eso lo tendrán que contar otros…

Un espacio en 3D: cine, música, libros y más

Sobre el autor

Periodista de Cultura y crítico de Cine de El Diario Vasco. Colaborador de Rock De Lux, Fotogramas y Dirigido Por...


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