>

Blogs

Ricardo Aldarondo

Mon Oncle

Secretaria, secretaria, la que convive con los Beatles y luego calla

La historia de The Beatles está muy trillada, sí. Y tampoco atrae mucho la búsqueda de nuevos datos hurgando en las más recónditas relaciones de los cuatro mitos con cualquiera que se cruzara en su camino. Y sin embargo Good Ol’ Freda, el documental sobre la secretaria de The Beatles que se vio en el festival Dock of the Bay, tiene razón de ser, interés y sentido. Y acaba cautivando. Freda Kelly será un personaje conocido para los más obsesivos y detallistas fans, pero a muchos devotos de The Beatles nos había pasado desapercibida. Sin embargo Freda siempre estuvo ahí: primero como seguidora de ese grupo de chicos de su ciudad que tocaban en The Cavern y a los que iba a ver una noche tras otra, y con los que charlaba después o incluso le acompañaban en alguna ocasión a casa. Luego, como secretaria del club de fans oficial de los Beatles, cuando fue contratada con solo 17 años, y trabajó en las oficinas de Brian Epstein hasta poco después de la separación del cuarteto.

 

 

 

 

 

 

 

Lo bueno es que en Good Ol’ Freda esta mujer ahora sexagenaria, con toda su humildad y discreción, se convierte en un personaje protagonista en sí mismo. Es su historia lo que cautiva, por encima incluso de lo que pueda contar sobre las intimidades de Paul, John, George y Ritchie, como ella llama a Ringo. Porque desde que dejó ese trabajo a principios de los 70 (continuó por poco tiempo en Apple después de la separación de los Beatles) hasta ahora, Freda apenas había contado todo lo que vivió junto a los cuatro de Liverpool, ni siquiera a sus más allegados. Tenía un montón de cajas con cartas, discos, fotos, fanzines, autógrafos y mil cosas más en el altillo de su casa, pero “no había mirado todo esto en 40 años”, confiesa. Su propia hija explica que nunca le dio mucha importancia a ese pasado, y que hay mucha gente que le conoce en su entorno diario y no tiene ni idea de esa historia de su juventud. Y sin embargo ahora que se ha decidido a contarlo todo para el documental, Freda habla con enorme cariño, naturalidad y detalle de esos diez años en los que estuvo codo con codo con el grupo que revolucionó la relación entre el músico y su audiencia, entre otras muchas cosas.
Freda se casó y tuvo hijos y continuó con otros trabajos de secretaria. Y nunca olvidó pero tampoco buscó provecho a todo lo que había vivido con los Beatles. Y ahora lo hace de una forma discreta y elegante, que sin embargo aporta un punto de vista único sobre el ascenso y la personalidad de quienes provocaron la beatlemania, y de alguna manera te hace vivir en el centro de ese huracán. Freda habla con sinceridad pero sin morbo, describiendo hechos y formas de ser sin necesidad de buscar escándalos ni impactantes revelaciones. El documental es sencillo, todo basado en el relato de Freda, que cuenta todo muy bien, y algunos otros personajes importantes en aquel momento. Y hay una enorme trabajo de documentación: a pesar de que de los tiempos de The Cavern no quedan más que unas distantes imágenes en movimiento y sin sonido, y aunque solo se escuchan un par de canciones de The Beatles posteriores a Love Me Do, casi cada detalle del relato tiene su documento fotográfico, de manera que la historia se visualiza muy bien y no es el consabido encadenado de bustos parlantes.

La eficiencia con la que llevó el club de fans, que provoca divertidas anécdotas sobre las hazañas de las fans y de la propia Freda para conseguir que los Beatles le firmaran incansablemente los autógrafos que le pedían sus seguidoras, va destilando muchos detalles sobre la forma en que funcionaba entonces el mundo del rock y la cultura popular, y cómo se fue creando ese fenómeno de las estrellas de la música y los ídolos pop. Freda siempre se consideró una fan más, una especie de infiltrada en el corazón del objetivo. Y así trabajó. Pero al mismo tiempo manteniendo una asombrosa fidelidad al compromiso de discreción y a su afecto por los cuatro Beatles, como personas y no como mitos, y por sus familias, con las que Freda también tuvo mucha relación y para las que funcionó como nexo.

Aunque el entrevistador le deja hablar con traquilidad y sin presiones, en un momento no puede evitar la pregunta, al ir comprobando su grado de amistad con cada uno de los cuatro, a los que quería por igual o cada día a uno más que a los demás, alternativamente, según confiesa. “¿Pero en algún momento llegaste a tener una relación íntima con alguno de los cuatro?”. Ella, que ya ha explicado previamente que valora mucho la privacidad y cree que las personas famosas tienen derecho a mantener una vida íntima, esboza una sonrisa ligeramente picarona y responde: “Eso lo guardo para mí”. Como cantaban Mocedades: “Secretaria, secretaria / la que escucha, escribe y calla / la que hizo de un despacho tu morada / casi esposa, buen soldado, enfermera / y un poquito enamorada”. 

Un espacio en 3D: cine, música, libros y más

Sobre el autor

Periodista de Cultura y crítico de Cine de El Diario Vasco. Colaborador de Rock De Lux, Fotogramas y Dirigido Por...


enero 2014
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031