Muchas veces he escuchado a la gente quejarse de que si quieres alimentarte de una manera más saludable tienes que gastar más dinero. Yo no estoy de acuerdo con esa afirmación y a lo largo de estas líneas te voy a contar mis razones.
Para poder hablar de si comer sano sale más o menos caro es importante tener clara cual es la lista de alimentos que debes incluir dentro de este tipo de alimentación.
Una dieta sana va a estar compuesta por:
Con esta lista se abre ante nosotros una carta inmensa de preparaciones saludables sabrosas y muy económicas.
Organiza un menú semanal de una manera en la que las verduras de temporadas estén siempre presentes en los platos, y combina las recetas con cereales o legumbres y una pequeña porción de proteína animal de vez en cuando (carnes, pescados y huevos). Digo pequeña y digo de vez en cuando porque a día de hoy se consume en exceso productos de origen animal en detrimento de los vegetales que nos llenan de salud y refuerzan nuestro sistema inmunológico haciendo un excelente trabajo de prevención frente a muchos tipos de enfermedades.
Precios
Te animo a que mires el precio por kilo en diferentes productos, verás como los snaks, platos preparados o bollería tienen unos precios por kilo más elevados de lo que pensabas.
En cambio, ¿cuánto puede costar un kilo de arroz, o de garbanzos, o de brócoli?
Lo que pretendo dejar claro es que si te organizas un menú de esta manera y cocinas en casa con productos naturales y sin procesar no solo no será más caro sino que será mucho más económico.
¿Qué pasa con alimentos los ecológicos?
Al hablar de alimentación sana aparecen siempre los productos ecológicos. Se elaboran sin pesticidas, de una manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, son más saludables y como no, tienen unos precios más elevados que los no ecológicos.
A día de hoy está creciendo la conciencia de los consumidores y la venta de estos productos no para de crecer. Existen maneras de incluir este tipo de alimentos en la dieta sin que la cartera se resienta; puedes hacerte miembro de una cooperativa de verduras de producción ecológica (suelen hacer reparto semanal de la cosecha) o también te puedes hacer miembro de una cooperativa de consumo de ecológico en general como es bidazi (www.bidazi.org) en la que hay una oferta ya no solo de verduras sino legumbres, cereales, etc.
Como consumidores tenemos la capacidad de exigir una producción ecológica y sostenible. Al hacer esto hemos de ser también conscientes de los esfuerzos y los ritmos de producción de este tipo de alimentos. Por ejemplo con la carne; si todos queremos comer cuatro veces a la semana pollo es imposible que se respeten los ritmos naturales de crecimiento. Al crecer más lento, al productor le sale más caro y eso inevitablemente se traducirá en un precio mayor, pero si en nuestra dieta el pollo se consume en pequeñas cantidades (que cubrirán de sobra las necesidades de cada persona) ese aumento de precio no será tan influyente y estaremos consumiendo alimentos de mucha mayor calidad tanto a nivel gastronómico como nutricional y ganaremos calidad de una manera global.