A ocho días del comienzo de los Juegos Olímpicos de Londres, Rafael Nadal acaba de confirmar mediante un comunicado que no estará en la capital británica, y por tanto, España se queda sin su abanderado. Se trata del primer varapalo importante para los deportistas españoles de cara a la gran cita deportiva del año. Las desgracias han sido parte de la trayectoria deportiva de Nadal, quien ha tenido que soportar durante los últimos años un sinfín de lesiones en la rodilla que, en esta ocasión, han sacudido una de sus mayores ilusiones: ser el abanderado olímpico.
Ya dejé ver cuál era mi opinión sobre quién debía ser el deportista que portara la bandera en Londres en un artículo anterior. Con esta inoportuna lesión, se abre una nueva oportunidad para los que en mi opinión, deberían haber sido los abanderados desde el primer momento: Iker Martínez y Xabi Fernández (sin olvidar que solo puede ser uno de ellos según la normativa). Aunque el COE aún no se ha pronunciado al respecto, es más que probable que Iker y Xabi sean los nuevos abanderados. Seguro que ellos han recibido esta triste noticia de una forma agridulce; se hará justicia en el “complicado” tema del abanderado, aunque de esta forma las cosas no saben tan bien.
Por otro lado, quisiera destacar los valores deportivos (indudables) que el tenista balear ha demostrado incluso en estos complicados momentos. Uno de los motivos por los que no partirá hacia la capital británica (según su comunicado) es el hecho de llegar mucho menos preparado por la lesión que muchos otros compatriotas que llevan una formación más satisfactoria de cara a los Juegos Olímpicos.
“Tengo que pensar en mis compañeros, no puedo ser egoísta y tengo que pensar en el bien del deporte español, especialmente del tenis español y dejar que juegue un compañero mío con mejor preparación que se encuentre en condiciones de competir. He apurado hasta el ultimo momento en mi preparación, en mis entrenamientos, pero no ha podido ser”.
¡TODO UN GRAN DEPORTISTA COMO HA DEMOSTRADO EN ESTA OCASIÓN!