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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

Marcus Welby M.D: El medico de familia de toda una generación

En los tiempos no tan lejanos de nuestra televisión única, la única opción era encender o apagar el televisión (lo del UHF era residual) y en esas condiciones lo habitual era que cualquier serie de larga duración se convirtiera en un fenómeno de masas, puesto que al final todo el mundo acababa viendo lo mismo para comentarlo el día siguiente, con las series de médicos en un lugar preponderante en las preferencias de la gente.

En aquellos tiempos, raro era el momento en que no hubiera una serie de médicos en emisión ( Dr Kildare, Centro Médico, etc), pero de entre todas ellas la que fue mas popular fue indudablemente “Marcus Welby M.D”, las historias cotidianas de un médico de familia en una consulta privada en Santa Mónica en California. Su fama a principios de los setenta fue impresionante en todo el mundo y de todo ello nos vamos a hacer eco en el primer articulo nostálgico del año 2017.

Ficha: Marcus Welby M.D 169 episodios. 45 min   Sep 1969- Jul 1976  Cadena: ABC (USA) – TVE (E)

Sinopsis: Marcus Welby es un médico de familia que tiene una consulta privada en un suburbio de Santa Mónica que comparte con un joven doctor Richard Kiley, que se complementan para tratar y diagnosticar a los pacientes de todo tipo que llegan a su consulta, Welby es un médico comprensivo y muy amable con sus pacientes. Siempre busca ganarse su confianza para hacer el diagnóstico lo mas acertado posible, en contraste con el trato mas distante y menos empático de su compañero de consulta.

El inicio: David Victor era un guionista nacido en Odesa (Rusia) que emigró de joven con su familia a los Estados Unidos, donde empezó a trabajar como guionista televisivo en series de los años cincuenta. En los años sesenta fue uno de los productores de Dr Kildare, uno de los grandes éxitos de esa década.

Al finalizar su trabajo en esa serie, Victor empezó a pensar en el concepto clásico del doctor veterano que hace de mentor de un joven discípulo, pero trasladándolo de un centro hospitalario a una pequeña consulta privada, para hacer mas hincapié en el lado humano del diagnóstico por encima del aspecto tecnológico que siempre tiende a dominar en los temas hospitalarios.

Su propuesta recibió la atención de la cadena ABC, que le encargó un piloto en forma de película televisiva para comprobar la reacción del publico antes de proceder al encargo de la misma, por lo que Victor se esmeró en fichar a un protagonista conocido como el veterano actor Robert Young, un favorito del publico por sus trabajos anteriores en cine y televisión.

El piloto se centraba en el fichaje del joven doctor Kiley para su consulta y los ajustes necesarios que ambos debían hacer para empezar a colaborar de una forma eficaz y se emitió el mes de Marzo de 1969, con un enorme éxito, abriendo las puertas de par en par para su entrada por la puerta grande en la programación otoñal.

La cabecera de la serie establecía claramente la diferencia generacional entre los dos protagonistas centrada en sus diferentes estilos para acudir a la consulta.

La trama: La estructura de la serie era la de un procedimental médico con un caso importante por semana que solía tratar sobre un problema o una enfermedad concreta, a la que acompañaban algunos casos menores para rellenar minutaje .

El hecho diferencial de Marcus Welby con respecto a las otras series de médicos era su forma de tratar al paciente, en la mayoría de las series de hospitales se trataban los problemas médicos a través de los síntomas que mostraba el paciente, en una clara relación causa-efecto, en una perspectiva de inmediatez  de corto plazo.

En cambio, Welby prefería una perspectiva a largo plazo, indagando sobre el pasado del paciente de turno, para intentar encontrar las causas profundas que son la verdadera razón del problema que presenta en la actualidad, en la creencia de que si encontraba la raíz del problema, casi siempre en la psique del paciente, podría curarlo de una manera mas efectiva que tratando únicamente los síntomas que se veían a simple vista.

Este trato con el paciente contrastaba con su compañero mas joven, que prefería seguir el enfoque de los hospitales de tratar los síntomas sin profundizar mas allá.

Cada episodio solía empezar con el paciente en el momento en que se daba cuenta de que tenía un problema, para continuar con los títulos de crédito y seguir con su primera visita al doctor, como pueden ver en el siguiente vídeo, donde vemos a una profesora preocupada por sus súbitos arrebatos de ira con sus alumnos.

El trato de Welby con sus pacientes era al principio exquisito y extremadamente amable, con vistas a escarbar en su historia médica y en el pasado para conseguir encontrar las causas del problema y su tratamiento, pero en cambio se podía volver bastante irascible si los pacientes no seguían sus instrucciones al pie de la letra, como pueden ver en esta bronca monumental que le echa a una paciente por no seguir la estricta dieta para adelgazar que le tiene marcada.

Su vida privada era casi inexistente al principio de la serie, donde se presentaba como un viudo con dos hijos mayores, con el paso de las temporadas empezó una relación muy casta con una sofisticada mujer Myra, interpretada por la gran Anne Baxter, pero la mayor parte del tiempo todo sucedía en el ámbito de la consulta.

Cada caso provocaba un intercambio de opiniones médicas entre los dos doctores y su diferente forma de enfocar los casos, sin rehuir temas que hasta el momento no se habían tratado en televisión, donde la censura era todavía bastante importante a principios de los setenta.

Un buen ejemplo lo tienen en este vídeo sobre un joven que presenta graves problemas de alcoholismo, donde va a reconocer a actores bastante conocidos como el veterano Norman Fell o un imberbe Jan-Michael Vincent.

La moral conservadora y tradicional dominaba la serie en todos los aspectos, lo que no representaba ningún problema con temas estrictamente médicos, pero en cambio les provocó importantes controversias, cuando se metían en jardines importantes como un episodio en el que Marcus Welby urgía a un personaje a refrenar y tratar sus tendencias homosexuales como si de una enfermedad se tratara, lo que lógicamente puso en pie de guerra a los colectivos nacientes de gays y lesbianas que cargaron de pleno contra la serie.

El peor problema lo tuvieron en un episodio donde un joven estudiante era violado por su profesor, dando a sobreentender una posible relación entre la homosexualidad y la pedofilia, que lógicamente levantó ampollas en los sectores afectados y grandes protestas, que derivaron en el primer caso de la historia en que algunas emisoras declinaron emitir algún episodio por las presiones de espectadores y anunciantes.

En el otro fiel de balanza, la serie cambió la percepción de muchas personas sobre el trato que debían recibir de sus doctores, dándose con frecuencia el caso de pacientes que se quejaban porque no eran tratados de una forma tan amable o deferente como hacía el doctor Marcus Welby, que se convirtió en una especie de standard de facto en la relación deseable entre médico y paciente, que todavía perdura hasta nuestros días.

La serie tuvo un éxito brutal de audiencia en sus primeras temporadas, consiguiendo en su segunda temporada de emisión, ser la primera serie de la cadena ABC en ser el numero uno de audiencias todo el año.

En España tuvo un enorme éxito y recuerdo como si fuera ayer, las veladas familiares frente al televisor para descubrir el caso semanal que iban a ambos presentarnos ambos doctores, que en mi caso nunca llegaron a entusiasmarme, por la moralina que solían desprender al final muchos de los casos que trataban con la inefabilidad del doctor que jamas era puesta en duda, que se me hacia algo cargante tras algunos episodios.

Por estas razones, nunca ha formado parte de mis mejores recuerdos televisivos de esa época, aunque me la tragaba cada semana, porque no había nada mejor que ver , pero el paso del tiempo si que ha sido implacable con la serie y en especial con sus planteamientos ultraconservadores, que están completamente sobrepasados en la actualidad, pero que no conviene olvidar para entender muchas cosas del presente y de ciertas mentalidades.

Su influencia en las series médicas ha sido mas importante de lo que muchas van a reconocer,  con el doctor House como uno de los herederos mas evidentes, por el planteamiento de hurgar en la historia y el entorno del paciente para conocer la verdad que siempre esconde y pensar que el paciente siempre miente. Por supuesto que las similitudes finalizan ahí, ya que ni el trato ni la moral son las mismas, pero si lo piensan detenidamente verán que no voy muy desencaminado.

Los actores:
Robert Young protagonizó infinidad de películas en los años treinta y cuarenta, cuando estaba bajo contrato de los estudios MGM, practica habitual de la época siendo obligado a  interpretar todos los papeles que el estudio le ordenara, aunque en su caso lo tenían circunscrito a las películas de serie B, ideales para rellenar programaciones dobles, pero hechas con bajo presupuesto y muy rápidamente.

Tras finalizar su contrato de exclusividad siguió trabajando en muchas películas, pero básicamente del mismo nivel, lo que le hizo entrar en importantes ciclos de depresión y alcoholismo por la amargura que sentía frente al sistema de contratación de la industria de Hollywood.

Su declive de los años cincuenta finalizó con su pase a la televisión con la serie “Father knows best”, uno de los primeros éxitos a principios de los sesenta, con el personaje del padre en una serie  que empezó en la radio, para pasar a televisión con las historias de una idílica familia en clave de comedia mas blanca que la harina.

De todas formas el papel que le ha hecho mas famoso fue Marcus Welby, el doctor comprensivo y que se desvivía por sus pacientes, modelado a imagen y semejanza del actor, tanto es así, que muchas personas se preguntaban donde acababa Young y donde empezaba Welby en la vida real. Tras la segunda película televisiva se retiró de la actuación, muriendo en 1998 de un insuficiencia respiratoria a los 91 años.

En cambio para James Brolin, un joven actor californiano, el personaje de Richard Kiley, supuso su primer papel importante de una larga carrera que dura hasta nuestros días donde lo podemos ver en la sitcom “Life in Pieces”. Brolin aprovecho su oportunidad como el joven y atractivo doctor que era el perfecto complemento a la experiencia de Young y que le convirtió en un verdadero sex symbol de los setenta, ademas de ganar un Emmy al mejor actor secundario por su papel.

Su popularidad le llevó a protagonizar diversas películas en los descansos del rodaje televisivo, entre las que destaca la ahora mas que conocida “Westworld”, “Capricornio Uno” o “Terror en Amityville”. De todas formas su popularidad le ha venido sobre todo por sus papeles televisivos como el protagonista de la longeva “Hotel” o por su vida privada por su matrimonio con la megaestrella Barbara Streisand.

Elena Verdugo fue una solida secundaria durante toda su carrera, en especial en papeles de comedia, donde conseguía arrancar las risas en las escasas escenas en que salía. Su personaje mas popular fue la enfermera de la consulta, Consuelo Vargas, una eficaz profesional, a la vez que amiga y confidente de los dos doctores, que le consultaban asuntos delicados en los que una mujer podía tener otra visión del problema.

Verdugo era el contrapunto femenino y la mediadora entre los dos machos alfa de la oficina, ademas de tener las lineas mas cómicas que servían para desengrasar el tono dramático de la serie. Tras la serie se retiró de la actuación, aunque accedió a aparecer en la primera película y en la actualidad vive en California a sus 91 años.

Final:

La serie empezó a mostrar muestras de agotamiento a partir de la cuarta temporada, cuando empezaron a tratar temas mas delicados con bastante poca traza como hemos comentado con anterioridad, lo que derivó en un descenso paulatino y continuo en las audiencias, bajando del top 30 a partir del quinto año.

Los productores intentaron diversos cambios como aumentar la vida personal de los dos doctores, con novias y relaciones varias, o incluso trasladar a ambos de la consulta al ámbito hospitalario, pero nada consiguió hacerles volver a la gloria de sus primeras temporadas, lo que derivo en su cancelación al final de la 7T, sin ningún capitulo especial ni cierre de la serie.

La franquicia continuó ocho mas tarde de su cancelación en 1984, con una película televisiva con el original título de “El retorno de Marcus Welby M.D”, pero no consiguió llamar la atención mas allá de algunos nostalgicos que todavía tuvieron una segunda píldora cuatro años mas tarde, con un producto todavía peor “Marcus Welby M.D: A Holiday Affair”, donde no se les ocurrió nada mejor que enviarlo a Europa para protagonizar un amor crepuscular en vacaciones, que por suerte cerró las historias del ínclito doctor.

Epílogo:

Marcus Welby M.D fue una serie importante en la primera mitad de la década de los setenta, pero el paso del tiempo ha sido implacable con una ficción innovadora en su momento pero completamente desfasada en la actualidad, pero de la que estoy seguro que a muchos de ustedes les habrá gustado recordar mientras abren sus regalos el día de Reyes.

Para finalizar les dejo con una promoción del vídeo de la 1T de la serie, una compra ideal para los que recuerdan con cariño esta serie de su juventud.

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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