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Lorenzo Mejino

Series para gourmets

The Get Down: Unas exuberantes fallas “Hip-Hoperas” en pleno Bronx

En el atiborrado panorama televisivo actual, las cadenas y servicios de pago hacen todo lo posible por intentar destacar y hacer algo diferente que les permita adquirir una cierta notoriedad en el mercado. Una de las opciones preferidas suele ser atraer grandes directores cinematográficos y dejarles total libertad para crear una serie de autor que proporcione prestigio a la cadena.

El experimento que ha hecho Netflix, encargándole una serie como “The Get Down” al conocido director australiano Baz Luhrmann ha resultado ser una de las apuestas mas arriesgadas de la historia televisiva, con un presupuesto desbocado y con tantos problemas que una miniserie sobre los conflictos de la creación y el rodaje de la serie podría ser de lo mas interesante.

La valoración del resultado dependerá mucho del interés que tengamos sobre la historia que nos cuenta con todo lujo de detalles sobre el nacimiento del hip-hop en el Bronx neoyorquino a finales de los años setenta y nuestra afinidad sobre ese estilo musical que es el eje central de la miniserie.

En mi caso y como pista solo les avanzo que he desempolvado mi vieja colección de vinilos de SugarHil Gang, GrandMaster Flash y Afrika Bambaatha y la tengo como música de fondo mientras escribo estas lineas sobre una de las series con las que me he disfrutado en el siglo XXI, a pesar de todas sus imperfecciones y fallos, pero para mi las series siempre han sido principalmente para disfrutar y pasármelo bien y hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien como con “The Get Down”.

Ficha: The Get Down 11+ episodios.   Ago 2016–.  Cadena: Netflix (USA)- Netflix (E)

Sinopsis: El nacimiento de la escena musical del hip-hop y el rap en medio del empobrecido barrio del Bronx neoyorquino a finales de los años setenta, narrada veinte años después por Ezekiel Figuero ( Books) un famoso rapero que llena estadios.

La historia la conocemos a través del nacimiento de un grupo de hip-hop, “The Get Down Brothers” compuesto por los  tres hermanos Kipling, Ezekiel y un DJ Shaolin Fantastic, que intentan emular a su ídolo el conocido discjockey GrandMaster Flash que estaba revoluci0nando la escena musical con su particular manera de pinchar discos.

En paralelo tenemos el desarrollo de una relación amorosa entre dos jóvenes, el protagonista Ezekiel y Mylene Cruz, la hija de un pastor portorriqueño, que sueña con convertirse en una estrella de la música disco, que era lo que arrasaba en los clubs neoyorquinos en esa época.

El inicio: Baz Luhrmann es un prestigioso director de cine australiano, que a pesar de su escasa producción ( solo ha realizado cinco películas en veinticinco años) ha conseguido gracias a su estilo tan particular, ser venerado y denostado casi a partes iguales.

Con unas macroproducciones abigarradas, espectaculares, increiblemente detallistas y con la música jugando un papel importante, como es el caso de “Moulin Rouge”, Luhrmann (izq) se documenta de una forma enfermiza antes de realizar cada proyecto con los que tiene  fama de pasarse y mucho de los presupuestos iniciales.

A principios del siglo XXI, Luhrmann empezó a recopilar información sobre el nacimiento espontaneo de la música hip-hop, un tema creativo que siempre le había fascinado desde su Australia natal, con la idea inicial de hacer una película sobre el tema.

Empezó a ver la luz al leer la autobiografía de GrandMaster Flash y comenzó una serie de entrevistas con gente cercana al movimiento y que creció en el Bronx en esa época para empezar a desarrollar la idea. En dicho proceso contactó con el autor teatral Stephen Adly Guirgis (der), ganador de un premio Pulitzer en 2015 por su obra teatral “Between Riverside and Crazy”.

Guirgis  creció en el Bronx y era un gran especialista en música úrbana de esa época y conectó de forma inmediata con Baz Luhrmann, empezando a escribir un piloto y la trama general de la serie.

La productora Sony fue la primera gran interesada en el proyecto y bajo sus auspicios empezaron la venta del producto a las cadenas interesadas, con dos finalistas,el primero era FX por el interés del presidente de la cadena FOX, un gran admirador del cine de Luhrmann que le ofrecía el rodaje del piloto en forma de película y luego ya verían.

El segundo ofertante fue Netflix, que le ofreció libertad para rodar una temporada completa y con un presupuesto inicial más que generoso para reflejar ese mundo con el estilo Lurhmann, que fue la que acabó llevándose el gato al agua.

Para encargarse de los temas de producción televisiva, Sony nombró como showrunner de la serie a uno de sus mejores elementos en nómina el gran Shawn Ryan (The Shield) , que contrató a los guionistas y empezó la escritura de la serie desde su base de Los Ángeles.

Pronto empezaron los problemas de comunicación entre Luhrman y Guirgis que vivían en Nueva York y Ryan basado en Los Ángeles, hasta que éste abandonó la serie ante el ultimátum que le dieron de trasladar toda la producción a Nueva York.

Sony no desfalleció y nombró como segundo showrunner a Thomas Kelly, que apenas llegó mas allá del piloto, también por diferencías creativas con el dúo de creadores, lo que se traducía en grandes retrasos en la producción y enormes sobrecostes que encendieron las alarmas en todos los lugares excepto en Netflix, que seguía confiando en la visión de Luhrmann.

Ante todos los problemas Luhrmann decidió tomar las riendas personalmente como showrunner, pero teniendo como persona de confianza al director Ed Bianchi, uno de los mejores directores televisivos, que a sus 74 años, acabó realizando mas de la mitad de los episodios de la serie, aunque el piloto fue obra directa de Lurhmann.

La entrada de Bianchi fue capital gracias a su experiencia de casi dos décadas dirigiendo multitud de anuncios y vídeos musicales ( suyas son todas las secuencias iniciales de baile de “The Cosby Show”) antes de pasar a dirigir series pata negra de HBO, lo que permitió a Luhrmann delegarle el día a día del rodaje.

A pesar de tener la serie encarrilada, los retrasos seguían siendo enormes, lo que obligó a Netflix a tomar una decisión extraña para sus parámetros, como es dividir la temporada en dos partes, para dar algo a sus suscriptores y no prolongar más la espera estrenando una primera tanda de seis episodios en Agosto, con el siguiente trailer de presentación.

La trama: Luhrmann y Guirgis han estructurado la serie con un esquema de largo recorrido, empezando cada episodio con una escena del protagonista Ezekiel rapeando en un estadio abarrotado historias de su pasado veinte años después, sin ninguna información sobre el resto de los personajes.

A partir de la introducción que a veces era utilizada como un resumen cantado de lo anteriormente sucedido, “The Get Down” sigue una estructura lineal temporal centrada en la pugna principal entre dos estilos musicales, la música disco que era la que dominaba la escena neoyorquina y el nacimiento subterráneo de un estilo novedoso de crear nueva música a través de discos y no a través de instrumentos convencionales.

Nuestros guías van a ser tres personajes principales, el rapero y letrista Ezekiel (Books) Figuero, el DJ Shaolin Fantastic ( cuyo nombre es un homenaje a GrandMaster Flash, que creó su nombre como mezcla de Bruce Lee y un personaje de cómic) y por último la joven portorriqueña Mylene Cruz, que aspira a ser una reina de la música disco.

Su lucha por salir del anonimato y conseguir triunfar con la música que les apasiona es el hilo conductor desde el momento en que conocen al innovador GrandMaster Flash, como el propio personaje real explica en el video.

En los momentos iniciales el personaje que más destaca es indudablemente Shaolin Fantastic que a pesar de su oscuro pasado, es un verdadero ídolo urbano del barrio, con sus inmaculadas Puma de color rojo , como su principal seña de identidad, como explica el propio personaje en el siguiente video.

En paralelo conocemos el entorno religioso de Mylene, que sueña junto a sus amigas en triunfar en el mundo de la música, emulando a Gloria Estefan, como en el siguiente corte donde se desmelena en la peluquería a los acordes del “Turn the beat around”

El punto de inflexión de la historia, es cuando Shaolin empieza a aprender la técnica del “Get Down” que va a dar nombre a la serie y al grupo que va a formar. La técnica consiste en crear un bucle sonoro de diez segundos, que va repitiendo continuamente al tenerlo en dos discos de forma simultanea, cambiando de un plato a otro cuando finaliza el fragmento, lo que proporciona una base sonora persistente y continua, para que los MC o raperos, puedan cantar sus rimas por encima.

Esa técnica fue la base de todo el estilo del hip-hop, cuando los ordenadores solo estaban en la NASA y en grandes megacorporaciones y la habilidad del discjockey era crucial para conseguir esas bases sonoras, como pueden ver en una espectacular canción donde mezclan todos los elementos musicales y coreográficos, en el mejor estilo Luhrmann.

La trama de la música disco sigue su ascenso paralelo,  cuando Mylene consigue la gran oportunidad de grabar un disco en la iglesia de su padre el original  “Set me Free” en una de las secuencias mas espectaculares de toda la serie.

El camino hacía el éxito no es sencillo, ya que todos van a tener que hacer sacrificios y tomar decisiones difíciles y equivocadas, tanto el trío protagonista, como los tres hermanos Kipling, con los que forman el núcleo central del grupo de rap. Todos estos personajes son complementarios, cada uno de ellos con sus características diferenciales, tanto los tortolitos Ezekiel y Mylene como cuando hacen de raperos en el grupo de “The Get Down Brothers”.

A pesar de no ser ( hasta ahora) un admirador del estilo de Baz Luhrmann, ya he comentado en el preámbulo, mi absoluta pasión por el estilo musical de la serie, lo que no me hace ser muy objetivo respecto a su  resultado final, pero eso no es óbice para ser consciente de los fallos que tiene la serie que le hacen ser un producto mas irregular de lo que habría sido deseable, para un observador mas imparcial.

El problema principal es un personaje secundario Cadillac, estrella de la escena disco y traficante de drogas, que regenta un club propiedad de su madre, en el que trabaja Shaolin, al que intentan atraer al lado oscuro. Cadillac está tan mal planteado, que no llega a ser valido ni para hacer de dibujo animado, completamente pasado de rosca que cae en el ridículo continuo.

Los altibajos de la trama oscilan entre los inconmensurables números musicales y las apariciones del nefasto Cadillac, con la relación amorosa principal tirando hacia la zona baja, por su blandura y sosería, mientras que las vidas de los componentes del grupo y su relación con otras bandas musicales de la ciudad se acercaban mucho a la zona alta de excelencia.

Para complicar todo aún mas, en la segunda parte de la serie, empezaron a aparecer con una cierta frecuencia unos dibujos animados que sustituían a la imagen real, como si les hubieran cortado el grifo del dinero y para abaratar costes tiraran de la animación para hacer avanzar tramas que hasta el momento eran reales. La animación era buena y molona , pero no dejaba de ser un cambio de estilo a mitad de la serie que quedaba bastante extraño, aunque en el trailer de la segunda parte los escondieron.

Consciente de estos problemas, tengo que reconocer que acababa cada episodio con agujetas en las piernas de seguir con los pies los ritmos que me llegaban de la pantalla, ademas de hacer palmas en muchos instantes, si eso no es disfrutar con una serie, que venga alguien y me lo explique.

Si detesta el hip-hop y el rap, ya le puedo avanzar que dudo mucho que le guste la serie, porque todo gira en torno a ese estilo musical y la historia y la trama no tienen la entidad suficiente para sobrevivir de forma independiente ni sustancial sin el apoyo musical, por lo que intento diferenciar muy claramente mis gustos personales de una posible recomendación general.

En caso de no tener una opinión formada sobre ese estilo de música, pero es un admirador del estilo tan personal de Baz Luhrmann, o quiere ver algo diferente a todas las series en emisión, si que le animaría a que le diera una oportunidad, para ver si esa orgía de imágenes que le va a llegar desde la pantalla se convierte en su verdadero placer culpable.

Los actores: Una apuesta arriesgada fue contratar a auténticos desconocidos para todos los papeles importantes de la serie, a los que sometieron a un verdadero campo de entrenamiento, para aprender a rapear, bailar y pinchar discos  tutelados por leyendas del estilo como Kurtis Blow, GrandMaster Flash o Nas, con un resultado sorprendente por la calidad final del resultado.

Las dos grandes revelaciones han sido dos veinteañeros debutantes y desconocidos, Justice Smith como Ezekiel y sobre todo Shakeim Moore como Shaolin Fantastic, que hacen completamente creíbles a dos personajes muy complicados, por las habilidades musicales que deben desarrollar. Rapear a la perfección en el caso del primero y mover los platos a la velocidad de la luz, ademas de demostrar sus habilidades como bailarín y en el parkeur como el gran Shaolin.

Ambos ya han entrado en el radar de las productoras de Hollywood como grandes talentos jóvenes, con Justice Smith que ya ha fichado para la nueva entrega de Jurassic World, mientras que Moore lo ha hecho para la próxima Spiderman, la mejor prueba del olfato de Luhrmann.

La audición mas complicada fue para encontrar a la actriz que debía interpretar a Mylene Cruz, hasta que rebuscando debajo de las piedras, encontraron en Florida a Herizen F.Guardiola, que apareció de la nada en una audición y consiguió convencer a todos casi en el acto, lo que le  ha supuesto su primer papel artístico

Guardiola está espectacular tanto como cantante como bailarina, pero su falta de tablas se nota más cuando debía actuar en su historia de amor con Ezekiel, donde se la veía mucho menos suelta que sobre el escenario, pero eso son cosas que se aprenden con el tiempo y con la base musical que tiene, tiene un gran margen de progreso.

Los papeles de los tres hermanos Kipling que completan el grupo de The Get Down, fueron a parar a dos grandes debutantes, el pequeñajo Boo-Boo al que daba vida otro debutante total Tremaine J.Brown ( ext izq) al que descubrieron bailando en el metro y el cerebro del grupo Ra-Ra , interpretado por otro desconocido ( Skylan Brooks, der )

De pie tenemos en la foto al actor joven mas conocido del grupo que interpretaba a   Dizzee, el grafitero del grupo, que no era otro que  el insufrible Jaden Smith, hijo del gran Will Smith, del que si hubiera heredado la décima parte de su talento sería un gran actor. Su interpretación repleta de posturitas y mohines, cuando no estaba cantando, que es lo único que hace bien, era la peor de todos los jóvenes y con ventaja.

Pocas veces he visto disfrutar tanto a un actor importante en un papel secundario como Jimmy Smits (centro) como el lider portorriqueño del Bronx Papi Fuerte, que a la vez es el tío de Mylene. Su personaje, el típico político mafioso de barrio, no es nada del otro mundo, pero Smits le da una fuerza increíble, hablando en un spanglish muy divertido y con gran energía

A un nivel similar tenemos a otro gran actor como Giancarlo Esposito ( der) , como el pastor ultrarreligioso Ramon Cruz, otro personaje bastante caricaturesco en su desarrollo, como el padre posesivo con su hija, pero que Esposito defiende con su solvencia habitual.

Como me niego a decir nada más sobre el personaje de Cadillac y su actor, cerraremos el apartado con otra sorpresa, el desconocido Mahmadou Attie, que tiene el papelón de dar vida a GrandMaster Flash bajo la supervisión del propio personaje real y la verdad es que sale mas que airoso del reto, como mentor del grupo musical e inventor del “Get Down”.

Final : La serie tiene historia para continuar durante varios años, al cerrar su 1T, con el legendario “Rapper’s Delight” el primer disco famoso  de rap de la historia de la Sugar Hill Gang, que da un gran carpetazo a la primera parte de la epopeya.

La decisión de la renovación depende exclusivamente de Netflix, que debe valorar muchos factores entre ellos el económico, por ello solo espero que no haga honor al siguiente vídeo que va a cerrar el articulo, en especial al titulo de la canción que interpreta una de las estrellas invitadas de la serie, la diva de Broadway Renée Elise Goldberry (Tony y Grammy por Hamilton) , si  al final deciden hacernos a los seguidores un “Backstabbers/Puñalada por la espalda”, en caso de  cancelación de la serie

Esperamos sus opiniones y comentarios, aquí o en nuestra cuenta de twitter (@lmejino). Hasta la próxima

Lorenzo Mejino

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Sobre el autor

Series para gourmets nace con la pretensión de ayudar a personalizar su menú televisivo con el panorama mundial de series. Cada lunes hablaremos de series remotas ni estadounidenses ni británicas, no estrenadas en nuestro país. Cada miércoles de series actuales estrenadas aquí y los viernes recordamos series del pasado de la televisión

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