La experiencia de una cooperante en UNICEF Manila, Filipinas
Clara Gómez, cooperante de UNICEF Comité País Vasco que trabaja en la oficina de UNICEF en Manila, Filipinas
El pasado sábado 26 de Septiembre el tifón Ketsana golpeó con fuerza la ciudad de Manila, en Filipinas. Las lluvias inundaron gran parte de la capital y afectaron a más de 24 regiones del país. Han sido las lluvias más devastadoras que se han registrado en cuarenta años. Muchos niños y sus familias han sido afectados por las tormentas y las víctimas mortales hasta el momento ascienden a más de 240.
Como muchos otros Manileños yo también viví las inundaciones de cerca. El sábado por la mañana, cuando desperté, llovía con intensidad. No le di mucha importancia hasta que el agua comenzó a entrar en la planta baja de mi casa. En menos de una hora el agua cubría hasta la rodilla en el primer piso y hasta la cintura en la calle. La lluvia seguía cayendo con mucha fuerza. Me apresuré a pedir ayuda. Sin embargo, los servicios de rescate de UNICEF no podían alcanzar mi calle dado que gran parte del barrio estaba anegado por el agua.
Ante tal situación me vi obligada a salir de casa y atravesar las calles (ver foto) hasta dónde el coche de UNICEF me esperaba, en un lugar seguro. El agua estaba sucia y formaba corrientes y remolinos, había bastante gente en las calles con colchones inflables y otro tipo de aparatos flotantes tratando de llegar a sitios seguros. En las casas, todos se afanaban en poner a salvo los objetos de las plantas bajas. La situación también era alarmante en varias zonas de la ciudad.
Al día siguiente todo estaba sumergido en barro, mucha gente cercana había sido afectada y todos en la oficina tenían alguna historia que contar. Manila fue declarada en “estado de calamidad” por el gobierno. UNICEF se organizó para distribuir ayuda a las comunidades afectadas. En particular, ha concentrando sus esfuerzos en proveer kits de saneamiento, medicinas esenciales y tabletas para la purificación del agua.
Esta experiencia directa me ha demostrado lo vulnerables que somos ante los desastres naturales y la importancia de contar con un servicio rápido y eficaz de emergencia ante catástrofes de este tipo.