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Cecilia Casado

A partir de los 50

Gente agotada y estresada

Como estoy dignamente jubilada ya no tengo agobios de agenda ni tengo que proclamar esa boutade de “no me da la vida” por mucho que tenga que hacer mi ejercicio cotidiano, ir a clase de pintura dos veces por semana y ocuparme de las labores hogareñas de quien vive sola; amen de socializar sin pasarme de rosca, que también viene bien darle alguna alegría al cuerpo de vez en cuando.

Pero lo que veo alrededor es algo que no sé si se corresponde con una “realidad paralela” o es que la gente se mete en unos berenjenales de órdago a la grande. Y me explico.

Los de mi generación andan para arriba y para abajo cuidando –los que los cuidan- de los padres ancianos y, si te descuidas, de los nietos infantes. Somos los “boomers”, nacidos entre los 50 y 60,  los que lo mismo valemos para un barrido que para un fregado, los que siempre estamos ahí como cuidadores, proveedores, reposo de los diversos “guerreros” que nos han tocado por matrimonio interpuesto.

Los siguientes, los de la “generación X”, nacidos entre 1965 y 1981, están en mitad del trabajo vital: inmersos en hipotecas, rodeados de hijos que piden más que los curas (universidades, másteres, ayuda para todo lo que se tercie), no ven en el horizonte la hora en que podrán librarse de tanto gasto, tanto trabajo, tanto estrés y angustia más o menos existencial.

Esos también están agotados desde que se levantan por la mañana hasta que se arrojan hechos polvo a la cama por la noche. Ni tiempo tienen, ni ganas tampoco más que para hacer un viaje al año –si los números cuadran y si los hijos se avienen a ir con ellos o a quedarse solos-.

Los de la generación “Y” y los de la “Z” ahí andan, según dónde les haya tocado nacer, buscándose la vida trabajando en lo que pueden y como pueden o tocándose la vaina olímpicamente a costa de los padres y con la excusa de que van a seguir estudiando hasta los treinta…o más.

Pero lo que amalgama a todos, desde el abuelo al chavalín, es que están “cansadísimos, agotadísimos y estresadísimos”, sin tiempo para ellos mismos, sin parar de la mañana a la noche o con la cabeza en mil sitios para que no les invada el caos existencial ni el doméstico.

Yo flipo en colores, la verdad, aunque me llamen lo que quieran, porque he transitado todas esas carreteras vitales llenas de baches como cualquier hijo de vecino y jamás me he sentido como cuentan ahora que se sienten ellos.

Bien es verdad que me he levantado a las siete de la mañana durante toda mi vida y acostado a las doce de la noche. ¿Y qué? Bien cierto es que he hecho jornadas laborales de ocho horas fichando y muchas más por el morro y sin fichar. ¿Y qué?

¿Por qué sobrevivo alegremente mientras alrededor todo es mesarse los cabellos y crujir de dientes si tenemos en cuenta que no tengo absolutamente ningún privilegio que me diferencie de los demás?

Pues igual podría ser porque no pretendo ser el perejil de todas las salsas, ni la persona que soluciona todos los problemas ajenos, ni pienso que las cosas las tengo que hacer yo misma para que estén bien hechas…

Igual es porque cuando tengo sueño me echo a dormir, cuando estoy cansada tiro de sofá y he aprendido a decir que NO ante situaciones que me podrían desestabilizar o, directamente, llevarme al agujero del pozo. Igual es porque pido ayuda cuando la necesito, que PAGO con mi dinero esa ayuda y no me creo que “puedo hacerlo todo” como cuando tenía vigor para dar, regalar e incluso desperdiciar…Igual es que no guardo dinero “por si pasa algo” -¿qué va a pasar, sino la muerte?- y disfruto de lo que he sembrado sin dejar que vengan otros a recoger mi cosecha…

Felices los felices.

LaAlquimista

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Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


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