24 de Julio. 7 de la mañana. 18 grados y llueve. Esta noche he dormido con una manta fina porque tenía frío. Eran las cinco de la mañana y me he desvelado. Por la ventana de la cocina se ven los soportales donde decenas de personas duermen en la calle, sobre cartones, con mantas más finas que la mía todavía.
Por primera vez en dos años, hemos conseguido reunirnos durante unos poquísimos días, mis dos hijas, mis nietos, mi yerno y yo. Y va y se pone a llover, justo cuando los planes deseados iban a pisar monte y naturaleza, aire puro y bien fresco y dejar que los infantes y la perrita Gaia se desfogaran de muros y paredes. Me caliento un buen té mientras por la ventana de la cocina veo a decenas de emigrantes sin papeles lejos de sus familias y más lejos todavía del calor de hogar y del cariño que tanto me reconforta.
Hoy llueve y no sé qué haremos para contener las ansias de los niños que no se conforman con cualquier plan bajo cubierto. Pero estamos juntos, calientes y protegidos y lo peor que nos puede pasar es que tengamos que jugar a las cartas –infantiles- mientras picamos un poco de jamón y nos tomamos una cerveza o un vinito.
Dentro de un rato llegarán a la plaza los voluntarios que vienen todos los días con el magro y frío desayuno que repartirán a los que han pasado toda la noche tiritando por la lluvia y con el estómago más triste que sus propias almas. Ellos se pondrán en fila silenciosa para que pase de unas manos a otras un poco de solidaridad en forma de bocadillo, fruta y leche.
Probablemente miraré hacia otro lado para que no se me quemen las tostadas ni se me escape el café. Es la vida, la de unos y la de otros, pero tan solo nos importa la nuestra. Lo sé…aunque me avergüence de ello.
Hoy llueve y turistas y emigrantes no tendrán nada especial que hacer, aunque unos se refugiarán a cubierto en cafeterías o museos y otros seguirán en la calle, en el suelo, bajo los arcos de una plaza de un barrio donde ya hay muchos vecinos que se quejan de verlos ahí. Que se los lleven, dicen; que molestan a la vista; que no se duchan, que no hacen nada…
Hoy llueve en muchos corazones, me consta.
Y felices los felices los que puedan y a los que les dejen.
Felices los felices y los que hacen algo.
LaAlquimista
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25 Julio 2025