Hoy os traigo una escapada de fin de semana combinada entre trabajo y placer. Lo bueno de ir a Madrid en autocaravana es que te despreocupas de reservar hotel en la gran capital. La verdad es que la penúltima vez que estuvimos en Madrid reservamos un hotel muy céntrico, demasiado céntrico para mi gusto, en plena Gran Vïa, cuyas vistas de la habitación daban a un callejón oscuro de la parte trasera de Gran Vía y no os quiero decir lo que se veía y oía.
También puedes reservar hoteles en otras zonas, pero para cuatro lo mejor suele salir un apartamento, como reservamos la última vez que fuimos. Mucho mejor que el hotel de Gran Vía. Vas a tu aire, compras lo que quieras para cocinar y tienes una pequeña salita para no estar los cuatro en una habitación. Esa vez, la del apartamento, fuimos a visitar el Zoo de Madrid. en la otra punta del alojamiento. Creo que en Madrid todo está en la otra punta.
En esta ocasión, hemos ido con nuestra casa con ruedas, como no podía ser de otra forma para poderlo contar aquí. Para dormir estuvimos dudando entre varios sitios. En Madrid capital no hay área como tal. Hay varios parkings recomendados en los que se puede dormir sin que te pongan pegas. Pero sinceramente os lo digo, Madrid me genera desconfianza, he pasado más canguelo en Madrid que en Rio de Janeiro. Vale! Llamarme exagerada. Pero las sensaciones, las vibraciones…. el caso es que para dormir en un parking en Valdebernardo ( N 40º 23′ 46” / W 3º 37′ 9”) y estar a una hora de donde teníamos que ir el sábado, decidimos ir al área de Pinto (N 40º 14′ 19” / W 3º 41′ 27”). La diferencia es notoria, puesto que en un área tienes para cargar agua y desagües. Evidentemente en un fin de semana no se te llenan los depósitos, pero siempre tienes la posibilidad de cargar. Además estar rodeados de otros compañeros siempre nos da cierta seguridad. y por supuesto hacemos uso de las áreas preparadas para tal efecto y contribuimos a mejorar la visibilidad del colectivo.
El área es gratuita. Está muy bien pensada, tiene el vaciado de grises a lo ancho, por lo que podrían desaguar unas cuatro autocas a la vez.Tiene la gasolinera más económica de todo Madrid. Y las conexiones con la capital son buenas. Tienes el tren de cercanías que pasa cada 15 minutos y puedes llegar hasta la estación de metro de Nuevos Ministerios, en el que tienes el intercambiador y ahí te distribuyes a donde quieras llegar.
Os cuento una recomendación. Mientras yo estaba trabajando el resto de la familia estaba disfrutando en el parque de atracciones de Madrid. Para los que no sabéis donde está, se encuentra en lo que se conoce como Casa de Campo, y la verdad es que tiene tan mala fama ese lugar, de día y de noche, que nos recomendaron que no aparcáramos la autocaravana ni si quiera para pasar el día en el parque. Estos comentarios añadidos a mis anteriores miedos… bomba explosiva. Según me dijeron después no era para tanto, pero no seré yo quien os recomiende aparcar ahí.
A la tarde, hacia las 20 horas pusimos rumbo a Toledo, 65KM. Preferimos dormir allí y amanecer en esta bonita ciudad castellana. Y acertamos.
Toledo no tiene área, pero tiene un grandísimo parking junto a la estación de autobuses, Parking Safont se llama, y suele haber autocaravanas. Así es como nos gusta dormir a nosotros, rodeados de compañeros.
Amanecer un día de enero con un sol radiante y ver desde tu casa con ruedas, el desafiante Alcazar de Toledo, hace que desconectes tanto, que un fin de semana se convierta casi en unas vacaciones.
El parking Safont está muy cerca del centro y la plaza de Zocodover, ya que hay unas escaleras mecánicas inauguradas en 2014 por una famosa política, que te acercan y salvan el desnivel fácilmente. En Toledo, podéis callejear por vuestra cuenta o hacer una visita acompañados de guías oficiales. Por deformación profesional, procuramos hacerlo de la segunda manera. Después de las visitas, siempre te da tiempo a visitar lo que te falta y por supuesto a hacer un poco de turismo gastronómico, y a comprar algún souvenir. Por supuesto sin olvidar de decir allá dónde vamos nuestra forma de viajar.
Hemos hecho una vuelta muy agradable, saliendo de Toledo a las 15.30 y haciendo una parada para repostar y otra para comprar el propano que se nos había acabado hacía un par de meses. Hemos llegado a casa a las 21.30. Perfecto. Sobre el horario previsto.
He de reconocer que para un fin de semana se ha hecho dura la conducción, son demasiadas horas, empiezo a entender eso de los 100KM a la redonda. Pero bueno, seguiremos ruteando a donde nos lleven las ruedas. Y aquí os lo contaré.