A partir del Encuentro con blogueros del sector celebrado hace unas semanas en Beasain, he tenido la oportunidad de visitar y conocer marcas muy interesantes.
La idea de que en la Almazara Artajo hubiera la posibilidad de pernocta para las autocaravanas, surgió cuando el pasado año, uno de sus responsables viajó a Eurodisney con sus hijos, alquiló una autocaravana y pernoctó en muchas de las opciones que se ofrecen en la guía France Passion, y descubrió lo maravilloso que resulta dormir de esta manera. Y quiso implementar la fórmula en su Trujal. Para ello contó con la colaboración de España Discovery, la única guía en España para autocaravanas cuyas pernoctas son en sitios “diferentes”, como ya os conté en otra entrada sobre las bodegas baigorri, que también pertenecen a este tipo de turismo slow.
He querido visitar cuanto antes el Trujal para que lo conozcáis de primera mano porque me pareció tan maravilloso por teléfono que tenía que comprobarlo con mis propios ojos. Y qué mejor manera de “estrenar” los AutoCamperBloggers que con una actividad tan estupenda como es el día del espárrago e ibérico, con estupendo maridaje Artajo.
Llegamos de noche, con lo cuál no se distinguía bien el paraje en el que nos encontrábamos.
Amanece en Artajo, sin prisa, sabiendo que llegas a la hora prevista a la visita del Trujal. Disfrutar de un tranquilo paseo con Max. Paseando entre nogales, membrilleros, cipreses… Oliendo a lavanda y romero. Con ese aire matutino que te corta la cara y que te despierta del todo. Que agradeces volver al calor de tu casa con ruedas a desayunar despacito.
Las jornadas empezaban a las 12, el tiempo acompañaba puesto que al sol hacia una agradable temperatura.
Una finca cuyo edificio principal alberga la maquinaria para extraer ese zumo de aceituna, y convertirlo en oro líquido, en manjar de dioses. Un edifico creado por el arquitecto de la escuela de Rafael Moneo, Manuel Blasco, integrado en el paisaje, en el que lo que importan son los olivos y el respeto a la naturaleza, y en el que constantemente se agradece a la madre tierra sus bondades, como las esculturas de las esquinas que recogen el agua para aprovechar al máximo esa riqueza natural, que nada se desperdicie, que todo se transforme. Como el manto vegetal que mantienen los olivos en perfecto estado, con hojitas que se desprenden de la poda controlada de los olivos, y que mantiene la humedad de la tierra.
El área para autocaravanas está en la propia finca, junto a la balsa de agua, de la que extraen el riego controlado de sus olivares. Entrando por la puerta principal, todo recto. Desde donde se divisa la casa. Junto a la cual se encuentra el desagüe de grises, justo debajo del depósito de residuos orgánicos del propio trujal.
Curiosamente, las negras, se encuentran junto a los olivos. Tienen previsto que las autocaravanas duerman también entre la plantación,
en contacto aún más directo con la naturaleza, donde los corzos, conejos, aves rapaces conviven en este paraje. Y en el que las autocaravanas somos tan bien recibidas. No me cansaré de recomendar lugares como este, en el que somos bienvenidos, en el que entienden nuestra filosofía de vida, con los que compartimos respeto a la naturaleza y a la vida slow, al consumo y producto local, a ese espárrago, cogollo y tomate que nacen de la huerta.
Todos esos productos fueron los protagonistas de la jornada, en un estupendo ambiente en el comedor de la finca, compartiendo mesa y mantal con el resto de personas que visitamos el trujal, compartiendo conversación sobre la vida slow y nuestra forma de viajar con otros comensales que alucinaron con poder dormir entre los olivos. El poder despertarte con el canto de los pájaros o ver anochecer entre cipreses a la media luna que hubo ese fin de semana.
En caso de que estéis interesados en acudir con vuestro vehículo a la finca, no tenéis más que rellenar este pequeño formulario Hagamos entre todos, que esta manera de pernoctar sea agradable para todos. Altamente recomendable esta finca que hemos conocido recientemente y a la que volveremos sin duda. Con o sin jornadas gastronómicas. Si queréis aprovechar, este mismo mes tenéis dos jornadas de exaltación de la verdura, en las que aún tenéis sitio. Y puede ser una preciosa experiencia. Ya me contaréis.