Volvemos a la carga con un cóctel clásico y de un sabor delicioso. Algunos darán fe de ello con el nombre, Alexander; otros lo harán al especificar que su sabor es similar al del popular Baileys.
No hay que confundir el cóctel Alexander con el Alexandra, aunque son muy parecidos. El primero se prepara con Brandy o cognac, mientras que el segundo se hace con ginebra.
Esta bebida resulta ideal para después de comer o cenar, o para media-tarde. Se trata de un clásico internacional.
Alexander es un cóctel muy antiguo. Su origen concreto resulta difícil de definir, pero se puede centrar en Europa. Algunas personas especifican que proviene de Francia, aunque también surgió la idea de que apareció en Londres, concretamente en la boda entre la Princesa Real y Vizconde Lascelles, en 1922. Pero esta última resulta difícil de creer, dado que se tiene constancia de su existencia en 1915, al aparecer en un libro de cócteles de Hugo Ensslin.
Ingredientes
– Brandy o cognac – 3/10 partes
– Crema de cacao al chocolate – 3/10 partes
– Nata al hilo o emulsionada – 4/10 partes
– Canela
La preparación de Alexander resulta muy sencilla. Únicamente hay que verter los tres ingredientes principales en la coctelera. Tras agitarlo bien, se sirve en una copa de unos 15 centilitros haciendo círculos. Cerraremos la bebida espolvoreando por encima la canela, que no sea abundante.
Alexander es un cóctel muy rico… ¡Beberlo es una delicia!