Dicen que es un milagro. Yo diría que buena parte del éxito del cross
Muguerza de Elgoibar se debe al trabajo, a la ilusión de un grupo, al
empeño de un pueblo muy orgulloso de esta histórica prueba de
atletismo. El domingo será la referencia mundial un año más y Elgoibar
aparecerá en las noticias de atletismo.

Y no lo ha tenido fácil el cross elgoibarrés. Durante muchos años a la
sombra del cross de San Sebastián, que en su época dorada tenía más
tirón. Pero Elgoibar es mucho Elgoibar. Peleó por contratar a los
mejores atletas del mundo aunque su circuito no era ninguna maravilla.
Algún elgoibarrés de pro decía que tenían el mejor circuito de
Europa… y un federativo respondía con sorna que era el mejor de
Europa pero el peor de Gipuzkoa.

Claro que nos acordamos del añorado Lerún. Aquel recorrido con curvas
de infarto, entre diferentes terrenos, atravesando fábricas… El
rechazo del puritano del atletismo se convertía después en admiración.
No era para menos. Los carrerones que hemos presenciado allí ya son
parte de la memoria de los aficionados. Con aquella corta recta de meta
que ofrecía más de un susto al que no estaba vivo… después del
traidor salto necesario para enfilar una de las bandas del campo de
fútbol.

De Lerun a Mintxeta. Un escenario precioso, con un par de cuestas en
las que hay que meter segunda para no perder el ritmo. Con una zona en
la que el barro puede dejarte pegado. Sin embargo, nadie discute que el espectáculo ha ganado.
Por detrás hay mucho curro para que, edición tras edición, la
rentabilidad del presupuesto siempre limitado y corto obre el milagro.

El diamante de Muguerza está cada vez más pulido. Zorionak!