El hernaniarra Servando Rivas ha batido de nuevo el récord de Euskadi de lanzamiento de martillo con un tiro de 56.66 metros. Es la sexta mejor marca senior de Euskadi de todos los tiempos. Hasta esta temporada ese récord junior estaba en poder de Pello Errasti, su actual entrenador, desde 1987.
No es sencillo lograr atletas especialistas de martillo. Gipuzkoa ha tenido fortuna con los José Luis Falcón en los años 60, Ontoria en los 70-80, Ángel Subiza, y su hermano Sebastián, ya en los 80-90, y últimamente Pello Errasti, recordman vasco, que lleva en la jaula más de 20 años.
Ahora Pello lanza por afición pero lo más importante es que en su nueva faceta de entrenador está esculpiendo una joyita en esta modalidad tan técnica. Es Servando Rivas, cumplirá 19 años en septiembre, hernaniarra, y este fin de semana ha vuelto a regalar una plusmarca junior de mucho valor. Su tiro de 56.66 metros, supera la que él mismo logró en marzo (55.92) que borró a su vez de las listas la marca que desde 1987 tenía su entrenador, Errasti (55.34). La mejora de Rivas es notable. El pasado año lanzó 52.93 m, casi cuatro metros de progresión.
Esta marca es además la sexta en el ranking vasco absoluto de todos los tiempos. Pello Errasti, precisamente, es el recordman senior con un tiro de 63.80 metros, marca obtenida en 1995. Por delante del nuevo valor guipuzcoano aparecen en ese ranking senior: Errasti, el vizcaíno Cagigas (el otro 60 m. del martillo vasco, con 62.41); el también vizcaíno Sobera; y los guipuzcoanos Ángel Subiza y José Luis Falcón…
Creo sinceramente que muy pronto tendremos otro martillista de 60 metros y si todo marcha bien es un candidato a ser el nuevo rey de esta especialidad tan complicada para sacar cantera y para que los atletas no desfallezcan en una trayectoria jalonada de complicaciones, como por ejemplo, entrenar durante meses en un gimnasio, sin apenas competiciones, y cuando llega el verano estar pendiente de dónde se puede lanzar porque en éste o en aquél campo no te dejan entrenar/competir porque están cuidándolo para la próxima temporada de fútbol o rugby, o lo que es peor, de la noche a la mañana, te cambian la hierba natural por la artificial y a hacer puñetas tus lanzamientos.
Es muy ingrato ser lanzador, quizás un poquito más ser martillista. De ahí que tiene un valor enorme el que el atletismo vasco tenga esta joyita que pulen desde Hernani. Fue la cabezonería de Pello la que permitió que esta localidad, donde reside actualmente, tuviera una zona de lanzamiento de martillo, con una jaula que tuvo que sudar lo suyo para conseguirla, incluso adelantando 600.000 pesetas (3.600 euros) de su bolsillo y dirigir él mismo la fabricación. Al final tuvo la herramienta de trabajo para entrenar martillistas. El atletismo sobrevive y saca figuras gracias a ‘locos’ como Errasti. Luego otros se llevan la medallita… mientras el ‘loco’ está entrenando bajo la lluvia a las 9 de la mañana de un sábado.
Es el momento de la alegría, del récord, del reconocimieto y por eso hemos dedicado estas líneas a este récord que tiene mucha historia por detrás.