Estoy convencido de que la edición de la Behobia, en el centenario del club Fortuna, va a ser la que ofrezca aportaciones de mayor valor que servirán para hacer una Behobia aún mejor. Quiero intuir que no vale ahora darnos cabezazos contra la pared, buscar culpables directos, no ser transparentes, intentar influir para que todo parezca que ha sido igual a otros años y que no ha pasado casi nada. No. Saquemos la cabeza del suelo.
Los errores, que los hubo; los problemas de salud, que fueron graves en algunos casos; las quejas, generalizadas en el tema de avituallamientos (ver comentarios en este blog y en el foro de la propia Behobia)… todo ello servirá para crecer.
Humildemente creo que hay que mejorar en la prevención y en la información a los corredores. Hay que insistir. La carrera es para muchos una competición y se ha esfumado, en bastantes casos, el espíritu popular. El participante no puede pensar que la Behobia es un ratito corriendo y facilito. Y además como el vecino, mi cuñado, el compañero del trabajo, la corrió el año pasado, yo también la voy a hacer sin apenas preparar.
Correr responsablemente, siempre. Es la misión de la persona que decide adquirir un dorsal. La organización seguro que está analizando la situación vivida y articulará medidas para disminuir los riesgos. ¿Cuáles? No es tarea sencilla. ¿Poner controles de tiempo en algunos puntos? Contraproducente. Provocaría correr más rápido. ¿Colocar responsables que saquen de la carrera a los que van mal? Difícil de evaluar. Por sensaciones, quizás Zatopeck o Paula Radcliffe no hubiesen acabado una carrera por su estilo de correr. ¿Pedir certificados médicos? Se daría picaresca y que nadie olvide que fallecimientos muy cercanos se han dado en personas muy preparadas.
Sobre lo que he oído y he escrito (por cierto gracias a los que me habéis enviado mensajes, o habéis aportado vuestra opinión en ese blog, o en el twitter o en facebook), creo que hay que mejorar los puestos de avituallamientos. Lo ideal es hacerlos mixtos con botellines y vasos, con sus pros y contras de las botellas. Lo sé, pero se agradecen en días como el domingo. Yo también colocaría alguna zona de mesas en la parte izquierda (primer y segundo avituallamiento) para que no haya acumulación de atletas. Y más voluntarios para que no se colapse el puesto. No había vasos llenos de agua (lo he confirmado) y hubo quien esperó con paciencia y quien siguió sin beber de forma imprudente.
Otra reflexión es la hora de la salida. Las 11 para el pelotón de elite. Pero a las 11.44 salen los más populares. Tarde porque la temperatura sube varios grados y se nota. ¿Quizás partir todos una hora antes?
Desde luego yo siempre he apreciado en el club Fortuna un esmero en dimensionar la carrera para las peores condiciones meteorológicas y nunca han ampliado la participación con afán recaudatorio. En serio. He visto precaución. Responsabilidad. Tener los piés en el suelo. Y debemos agradecérselo a los dirigentes.
El riesgo en este tipo de pruebas existirá siempre, aunque coloques un médico detrás de cada corredor. Sin embargo ha llegado el momento de afinar las medidas, aplicar nuevos métodos, coordinar mejor los servicios sanitarios, prever el paso de ambulancias en plena carrera. Todo lo que se aporte será bienvenido y hará una Behobia más grande.