Recuerdo mis primeras Behobias -años 80- como espectador cuando yo era atleta (velocista) y la mala fama que tenía en el circuito de los entrenadores y fondistas federados. Tengo la imagen de un Iñaki Gabilondo -no el periodista- entrando entre los mejores.
Luego llegaría la época como periodista -mi primer artículo de la Behobia fue en 1983-, retransmito en la radio desde 1986… y la verdad es que no me canso de seguir y disfrutar de la carrera. Y ha cambiado mucho. Antes rezumaba caspismo. Cierto desconocimiento del entramado de carreras populares. Existía una dirección muy egocéntrica. Algo autista. No se tenían las claves de la evolución de una prueba popular.
Sin embargo tengo la sensación de que todo ha cambiado. Sin pertenecer al núcleo duro del atletismo, el equipo de trabajo de la actual Behobia ha activado resortes para no quedarse atrás, para progresar, para ofrecer mejoras al corredor, para pensar en una Behobia muy grande. (Ya nadie descarta una participación de 30.000 corredores. ¡Toma castaña!)
Esto me congratula. He gastado mucho tecleo desde mi ordenador y muchos minutos de conversación para que hubiese un ánimo de abrir la puerta a los miles de corredores que querían ser partícipes de la fiesta y sin embargo quedaban frustradas sus aspiraciones.
No sé que idea tenéis de la Behobia. Me interesan vuestras opiniones para tener más ángulos de vista. He leído críticas casi siempre dirigidas al tema del dinero. Quizás son corredores que sólo disputan la Behobia. Deben comparar con otras pruebas en Europa y entenderán que no hay abuso.
Yo creo que las críticas deben ser admitidas por la organización, bien recibidas y deben obligar a la reflexión. Estoy convencido de que esas críticas, en ocasiones, han provocado cambios positivos.
Veo a la Behobia con más salud que nunca. El único peligro es cuando se diluya el efecto Chema Martínez-Rafa Iglesias de este año, por ejemplo. Contar con algunos corredores de cierto nivel en cabeza, siempre será un espectáculo y la prueba tendrá más repercusión. Ya sé que la riqueza llega en los 18.000 populares, pero todo es compatible. Los mejores maratones del mundo tienen 25.000, 30.000 o 42.000 corredores… y junto a ellos compiten los mejores especialistas, las estrellas que pugnan por el récord del mundo.
La mente, en este aspecto, también debe estar abierta. No será fácil la mentalización. Prometo pelea para que los alicientes de la Behobia lleguen desde el primer metro… y nunca olvidaré a los behobieros del pelotón porque ellos hacen grande esta competición.