El atletismo es un deporte que puede ofrecer emociones tan diferentes como las que vivieron 2.000 mujeres en una carrera exclusiva para mujeres, o la de una atleta juvenil de 17 años cuando bate un récord de España, o la de una reina como es Yelena Isinbayeva cuando decide cambiar de entrenador.
La Lilaton femenina, una carrera donostiarra donde el cartel de ‘Prohibido hombres’ lleva colgado 22 años -¿es una competición que discrimina o sirve para que las mujeres se enganchen a esto del deporte que da pereza a muchas…?-, ofreció ayer situaciones de compañerismo, de buen rollo deportivo-popular, de dejar los prejuicios en casa, de convertir el deporte en una fiesta, de ser una excusa perfecta para que la hija le saque a la madre a correr 30 o 50 minutos, o para que la amiga hiperactiva arrastre a la perezosa.
Todas esas emociones se reflejaban en esta carrera que sigue creciendo. Competición que era mirada con desdén y que ahora es una de las importantes del calendario. Si no buscamos la quinta pata al gato, la Lilaton ofrece muchos ángulos positivos. Sólo había que ver pasar la carrera y disfrutar con lo que las 2.000 participantes estaban disfrutando.
La otra emoción del fin de semana llega con una joven de 17 años. Vallista. Juvenil. Del club Bidasoa -por cierto, qué gran trabajo está realizando este equipo-. Su nombre Teresa Errandonea, que en Zaragoza batió el récord de España de la categoría. Recompensa enorme para una sensacional temporada. Enorme proyección de esta atleta en los próximos años. Luego llegará la madre del cordero, cuando entre en las edades críticas: estudios, universidad, ocio… es el desierto que hay que cruzar para que estas figuras no dejen el deporte.
Tercera emoción para Yelena Isinbayeva. La zarina de la pértiga lleva unos años algo moviditos entre lesiones, errores en competiciones, temas personales… Esta vez llega la noticia del cambio de entrenador. Deja al gran Vitaly Petrov, técnico de Bubka, y regresa con el que obtuvo la mayoría de sus éxitos Trofimov. Me imagino que la decisión ha tenido que ser dificilísima. Desconozco la trastienda de esa situación pero creo que lo personal habrá pesado lo suyo.
Isinbayeva regresa a sus orígenes. Los métodos Petrov no han funcionado del todo y eso que el extécnico de Bubka debe ser un mago en la aplicación de conceptos. Sin embargo, la poca mejora de la rusa en los últimos tiempos obliga a pensar que quizás no todo son conocimientos. En ocasiones las emociones personales dan una mayor satisfacción que todos los conocimientos del mundo.
Esas emociones no deben perderse nunca. Que lo tengan claro las mujeres que corretearon por el asfalto donostiarra -muchas por primera vez-; que no se olvide de su vivencia la juvenil bidasotarra para cuando lleguen tiempos de decepción, que los habrá; y que la gran Isinbayeva no vuelva a confundirse en temas de pasión y recupere su sonrisa.