La emoción más fuerte de esta jornada inicial del campeonato del mundo ha sido encontrar la web por internet que ofreciera alguna imagen de la competición aunque fuera sin sonido, o con paradas, o medio pixelada, o borrosa. Pero un ochocentista sevillano ha gritado eureka y ha permitido a los enfermos de esto de dar vueltas, saltar o lanzar, seguir las eliminatorias y las calificaciones.
Sin embargo, el atletismo de bolsillo ha brindado algún batacazo sonoro, doble tropezón en la prueba de moda de los revolcones, el 1.500 femenino, la siesta de las dos figuras de las vallas y hasta la reina Isinbayeva ha vuelto a notar en la garganta lo que ella no tiene.
Tres puntos de atención a mi modo de entender en este arranque.
Primero: comprobar cómo estaban las dos figuras de las vallas -Robles y Liu-. Pues decepción tras decepción. El chino me parece que está lejos de su momento dorado. Mucho tendrá que mejorar si quiere llevarse a su país una medalla. Y Robles ha hecho otra de las suyas. Puro caribeñazo. Ha salido de los tacos dormido, 316 milésimas, cuando lo normal es reaccionar entre 130 y 180, es decir, ha perdido en su sesteo casi décima y media.
Segundo: Yelena Isinbayeva quería olvidarse de sus tres nulos del mundial de Berlín y a supesar lo ha estado recordando durante minutos y minutos, el tiempo que ha utilizado en hacer dos nulos en su primera altura de la calificación, el 4.55. En la garganta tenía los mismísimos de Petrov. En el tercer intento se ha liberado la zarina. Es la favorita para sumar su cuarto título mundial indoor pero de las arrases habituales hemos pasado al UUUUUUYYYYYY cuando falla la number one.
Otra que busca el cuarto título es la etíppe Defar en el 3.000 metros. No ofrece pasiones esta distancia, pero aprovecho para ponerla como ejemplo del atletismo etíope al que he visto inconmensurable este primer día. Les falta Kenenisa y sin embargo aspiran a medallas en 1.500-3.000 con cinco atletas.
¿Y los españoles? Las medallas están ahí. Maduritas. En altura con Ruth. En 1.500 con Natalia. En 3.000 con Sergio. En la recámara Diego Ruiz y Jesús España si sus finales son lentorras y ellos están vivos.
La sensación de los españoles es mejor porque me imagino que al ser más corta la selección, hay menos eliminados a la primera. Quizás se ha hecho por ésto o porque el viaje a Qatar es caro y las arcas de la Federación no están para bromas.
Seguiremos.