La familia realzale está de subidón. No es para menos. El buen juego de la pasada tremporada parece que tiene su continuidad en Liga y en Europa. Un juego que enamora al continente. Elogios desde L’Equipe. Las televisiones y tertulias  abobadas por un equipo “humilde”, eso decían.

El deporte tiene altibajos… cierto. Pero qué bien se domina el horizonte cuando estás en lo alto. No quiero un átomo de escepticismo. Alguien creyó que ser optimista era incompatible con las rayas azules y blancas. Demostremos que la sonrisa puede ser permanente, aun en esos ratitos de menos oropel que aterrizarán por el hoy en día paraíso de Zubieta y alrededores.

Dos detalles a analizar. Los equipos que basan su progresión en los jugadores de cantera, es clave la paciencia. La paciencia con los jóvenes que, en ocasiones, tienen un desarrollo físico tardio, o que les falta un punto de madurez, o que tienen retrasado la necesaria integración en un colectivo. Paciencia no tuvo el Olympique de Lyon con un chaval llamado Griezmann. Seguro que el responsable técnico que en su día dijo ‘No’ a su continuidad en el equipo francés, estará cuestionando sus criterios de ‘chaval bajo, no vale para esto del fútbol’.

Paciencia y un punto de arriesgar a la hora de dar el salto a los jóvenes jugadores. Si no das oportunidades nunca conocerás el valor real de un futbolista. En las últimas temporadas la Real tiene muy claro este aspecto. El actual técnico Jagoba Arrasate ha iniciado su dirección con apuestas serias en jugadores cuestionados. Y en apostar por alineaciones, quizás por exigencia de un calendario cargado, con caras nuevas y sustituciones que están revalorizando a ‘jugadores banquillo’.

El ‘caso Illarra’ no será el único en los próximos años. Lamentablemente. Demasiados ojos depositados en Anoeta y Zubieta. Este deporte es así. Pues a mimar la factoría de potrillos. Y revalorización de canteranos. No hay que dejar de engrasar a un Ansotegi; hay que apoyar a Cadamuro; es necesario apostar por Elustondo; no hay que perder de vista a Ros; disfrutemos con Rubén Pardo… igualmente con los Gaztañaga -ya ha debutado en Liga-, Sangalli…

Paciencia unida a revalorización deportiva y monetaria. Cocktail que puede ofrecer buenos resultados. A la vista está.