Sebastian Coe ha sido uno de mis atletas preferidos. Ya lo sabéis. Era extraordinario sobre unas zapatillas de clavos. Ahora bien, no sé si es mi ídolo como ‘fichador’ de mascotas. El presidente de los Juegos Olímpicos de Londres’2012 ha presentado los muñecos ciclópeos que quizás representen ‘modelnidad’ pero se alejan de ese atractivo que debe tener la mascota de una competición deportiva.
Lo mismo sucedió con el Cobi de Barcelona’92. Fue rechazado por muchos cuando desvelaron su imagen. A mí siempre me gustó el diseño de Mariscal, y nada más terminar los Juegos me compré un Cobi de 30 centímetros, metálico, que aún preside el despacho de casa junto a mascotas de otros campeonatos de atletismo, pero nunca llegarán a ser mis preferidas como lo es el perro-gato barcelonés.
Las mascotas de Londres, olímpica y paralímpica, no me han enganchado. No he tenido flechazo. Quizás me esté haciendo mayor. Igual si las miro y remiro con más cariño podamos llegar a ser amigos.
Y de mascotas a mascaradas. Me dicen que este viernes la Comisión de clubes se va a reunir para tratar el tema Valencia de la Liga femenina. Existe malestar. Los delegados de los clubes que participaron el pasado sábado en Anoeta estuvieron políticamente correctos con los representantes valencianos, con Rafa Blanquer a la cabeza. Yo estuve con él unos segundos. Con una sonrisa ciertamente irónica le dije lo bien que se manejaba en los despachos. El no desconectó esa sonrisa que siempre le acompaña y tras un apretón de manos me dijo “Hablaremos”.
Pues hablaremos. Pero quien tiene que hablar es esa Comisión de clubes que tengo la sensación no ha estado muy ágil. Poco contundente. He tenido un par de conversaciones con su presidente y me ha parecido que no creía en las capacidades para hacer ruido en la Federación o en el CSD. El posicionamiento de los clubes ha sido nulo. Se han autodeclarado víctimas en un tema en el que debían haber intervenido sin vergüenza, con decisión.
No sé lo que saldrá de la reunión de los clubes. Lo más lógico sería apostar por un parón en la competición hasta que el Comité de Disciplina Deportiva no decida si es correcta la sanción que la Federación Española aplicó al Valencia o levanta dicha sanción y aplica una más leve que significaría que el conjunto valenciano pudiera optar al título.
Todo lo que sea continuar con una Liga adulterada por la nula eficacia del CSD, sería colocar máscaras a la competición. No sigamos con la mascarada. Levantemos el disfraz de la ambigüedad. La máxima categoría de clubes de este país.
Dejemos las mascotas para Londres y las máscaras para Venecia. Seamos firmes, con los piés en la tierra y si hay que levantar las vergüenzas de alguna instutición, que se haga. Los clubes deben creerse que son algo importante en el escenario diario del atletismo.