Este pasado fin de semana se ha celebrado una nueva edición de la mítica Behobia-San Sebastián (y ya van 52), un clásico que cuenta por miles sus participantes y que sin duda constituye una fecha marcada en rojo en los calendarios de much@s ciudadan@s y visitantes. Durante la semana pasada, la ciudad poco a poco se fue “engalanando” para la ocasión, y las vallas publicitarias empezaron a “tomar” la ciudad. La importancia de la publicidad y de la imagen de marca se hizo palpable para todos los corredores desde el mismo momento en que fueron a recoger sus correspondientes dorsales. Tanto las tiendas que podían escogerse como lugar de recogida, como la feria del corredor estaban adornadas por tres grandes líneas que no dejaban indiferente a nadie y que mandaban un claro mensaje. Este evento estaba patrocinado por Adidas. Pero, cuán de importantes son verdaderamente las tres líneas del logo de Adidas?
De acuerdo con una resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), del 17 de Febrero de 2016, las tres bandas de Adidas impiden que marcas rivales puedan desarrollar su actividad en el sector deportivo y del calzado. Mediante dicha resolución, el TJUE concluía a favor del gigante de ropa deportiva alemán, y en contra del registro de la marca Shoe Branding, al constatar que se apreciaba un riesgo de confusión entre las dos marcas en conflicto.
La historia se remonta a Julio de 2009, cuando el fabricante belga de calzado Shoe Branding Europe BVBA (actual Patrick) solicitó el registro de la siguiente marca:
En Septiembre de 2010, Adidas se opuso a dicha solicitud de marca, basándose, entre otros, en el Artículo 8(1)(b) y el Artículo 8(5), del reglamento sobre marcas (trademarks) comunitarias, y citando la imagen de su marca, compuesto por tres franjas paralelas en lugar de dos. En respuesta al recurso interpuesto por Adidas, el TJUE sostuvo que las escasas diferencias en el número, posición y sentido de las bandas podrían conllevar un riesgo de confusión entre las dos marcas, por lo que se podría inducir al consumidor medio a comprar un producto que no deseaba.
En resumen, el TJUE confirma el monopolio de Adidas sobre el uso de dos o de tres rayas paralelas en la ropa deportiva dentro de la UE. No es la primera vez que se produce esta situación. En el año 2014 se produjo una resolución muy similar, en este caso con la norteamericana K-Swiss, que quería introducir su marca comunitaria de cinco bandas, y que fue declarada no válida por razones similares. A pesar de que Adidas no participó en este último procedimiento contra K-swiss, el hecho de que el TJUE rechazara la solicitud de registro de una marca de cinco rayas sólo reafirma la fortaleza de la posición relativa de Adidas en el mercado europeo. Hoy en día, la introducción de líneas en los zapatos deportivos es por un lado, prácticamente irrealizable debido a la falta de carácter distintivo. Además, es más que probable que cualquier intento de argumentar dichas líneas como un mero adorno fracase debido a la reputación de la marca Adidas.
Estas disputas no sólo se producen entre grupos empresariales, sino que a menudo, las mayores luchas se producen entre miembros de una misma familia (que se lo pregunten a los Pajares o a los Pantoja). En el caso de Adidas también hay una historia familiar bastante cómica. Tal y como recoge Javier Caballero, los hermanos alemanes Adolf y Rudolf Dassler se odiaron hasta lo inhumano por culpa de una brutal competencia comercial. En 1926, los hermanos Dassler confeccionaban zapatillas en su propia empresa (Gerbüder Dassler Schuhfabrik). La calidad de sus zapatos, que no contaban con ninguna marca registrada, hizo que fueran considerados por muchos de los atletas de las Olimpiadas de Berlín de 1936. Como much@s lector@s recordarán, en pleno auge del nazismo, éstos fueron los juegos de Jesse Owens. El de Alabama calzaba unas zapatillas de clavos obra de Adi Dassler. Las desavenencias derivadas de las diferentes opiniones que los dos hermanos tenían sobre el nazismo hizo que éstos se separaran. La mitad de los empleados de la compañía se quedó con Adi, y la otra mitad con Rudolf. Así nació la marca de calzado deportivo Puma, fundada por Rudolf en 1948. Un año después, Adolf registró otra compañía para hacerle la competencia; fundió en un solo nombre su diminutivo y el comienzo de su apellido: Adidas.
No sé si una línea, dos líneas, tres líneas o cinco líneas representan exactamente lo mismo o no. De lo que no tengo duda es que mientras escribo este post, no me puedo quitar de la cabeza la canción del programa “un globo, dos globos, tres globos”, con la que daba comienzo aquel programa mítico de TVE en los años 1970, y que al igual que la Behobia, tantas tardes de alegría dio a pequeños y mayores.
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