@jonmizabala
Todos estamos padeciendo los cambios derivados de la pandemia del Covid-19. En numerosas ocasiones, los medios de comunicación, los agentes políticos, así como los económicos y sociales hacen referencia a la ‘antigua normalidad’ en la que vivíamos antes de que llegara la pandemia, a aquel día a día que considerábamos que era lo normal (p.e. reunirnos con familiares, comer con los compañeros de trabajo, poder ir a un concierto, poder ir de cuchipanda en grupo, participar en eventos deportivos, etc.) y que nos hemos dado cuenta de que en algunos casos se trataba de algo extraordinario. Por ello, son muchas las personas que recurren al argumento de que el desarrollo de la vacuna nos permitirá volver a esa ‘antigua normalidad’. Pero ¿es verdaderamente factible que volvamos a ella?
NESTA, la fundación para la innovación del Reino Unido, ha realizado recientemente un estudio en el que se muestra que, incluso si los países pueden llegar a controlar la propagación de la pandemia en los próximos meses, habrá múltiples consecuencias políticas, económicas, sociales, tecnológicas, legales y ambientales que durarán décadas, independientemente del avance que se pueda producir con las vacunas y los tratamientos. A continuación destacamos las más representativas:
Política
- La gama de posturas políticamente aceptables ha cambiado de tal manera que lo que antes era inimaginable ahora es posible. Además, los principios políticos e ideológicos son de repente más flexibles, e incluso pueden conllevar a paradojas. Por ejemplo, es probable que el nacionalismo aumente mientras la globalización retrocede. Al mismo tiempo, la pandemia ha enfatizado la necesidad de colaboración internacional, lo que podría unir a los países en la búsqueda de fines comunes, e incluso en la creación de nuevas organizaciones supranacionales.
- El papel del estado ha cambiado, incluyendo la nacionalización de industrias clave y la aceptación de la intervención estatal en múltiples áreas. Aquellos gobiernos que puedan ser reacios a ceder poder en situaciones de emergencia podrían ver limitada su capacidad de reacción y de adaptación. ¿Podría imponerse un posible movimiento hacia el ‘modelo chino’ de libre mercado para algunos sectores, pero de apoyo estatal para aquellas industrias nacionales clave?
- Los países que cerraron sus fronteras temprano podrían ver modificadas sus políticas a largo plazo por un potencial cambio de actitud hacia la inmigración.
- La disrupción creada por la pandemia podría derivar en que muchos países centren su atención ‘hacia el interior’, creando interacciones impredecibles con otros problemas globales como los flujos de refugiados y nuestra capacidad para coordinar una respuesta a éstos (como ya se está viendo).
Economía
- Las diferencias económicas entre países y dentro de un mismo país podrían impulsar movimientos de independencia de los territorios ricos respecto de sus países, mientras que los territorios pobres podrían requerir la revocación del poder que se les ha transferido (p.e. competencias regionales).
- La fragilidad de la sociedad a shocks externos conducirá a mayores demandas sociales financiadas por el ente público, quien tendrá que experimentar con iniciativas como el ingreso mínimo vital, sin saber con anterioridad cuáles podrían ser las consecuencias a medio plazo de dichas decisiones.
- Esta no será una recesión al uso, ya que en vez de ‘eliminar’ a las empresas menos productivas, en esta ocasión se verá la desaparición de muchas empresas viables. Las empresas que sobrevivan cambiarán su enfoque y sus prácticas comerciales hacia la demanda local, lo que conllevará una importante reorganización de sus cadenas de valor.
- La quiebra de empresas y bancos endeudados podría conllevar una aceleración de la demanda de monedas digitales.
Sociedad
- La pandemia puede provocar una revaloración de las necesidades más importantes para la sociedad, incrementando la atención sobre las necesidades básicas a corto plazo. Esto puede incrementar a su vez la demanda de trabajadores en ámbitos como la salud y la agricultura.
- Las cuarentenas tendrán un efecto perjudicial sobre la salud mental, lo que puede generar reacciones tanto positivas (p.e. mejora en las conexiones familiares, reforzar amistades) como negativas (p.e. maltrato doméstico).
- Las cuarentenas podrían incrementar el interés en la educación virtual, así como el desarrollo de métodos de escolarización alternativos (p.e. enseñanza basada en entornos virtuales creados con inteligencia artificial). A su vez, esto aumentaría la desigualdad educativa, con consecuencias directas sobre el desarrollo económico de los países que mejor/peor puedan adaptarse.
- La pandemia está acelerando la forma en que la vivimos online. Las empresas que pueden funcionar eficazmente de forma remota podrían cerrar sus oficinas para ahorrar costes. La normalización del trabajo a distancia también podría alterar la movilidad de las personas, así como sus relaciones sociales, favoreciendo el traslado de las ciudades al campo, y deprimiendo los alquileres de las propiedades comerciales.
Tecnología
- La tendencia hacia las compras online se ha acelerado enormemente y es poco probable que se revierta. Esto afectará a las calles principales de las grandes ciudades.
- Las tecnologías de vigilancia masiva, el uso de drones, el geoposicionamiento de teléfonos móviles o el reconocimiento facial se han incrementado dramáticamente, lo que deriva en un trade-off entre libertad y seguridad.
Legalidad
- Los derechos civiles se están suspendiendo a medida que los gobiernos declaran estados de emergencia. Esto podría derivar en un debate acerca de la pertinencia de ciertos derechos. En estados autoritarios podría temerse que estos derechos nunca se restablezcan, lo que conduciría a una erosión permanente de las libertades civiles.
- La aplicación desigual de sanciones o la ausencia de sanciones severas en casos graves de incumplimiento que puedan derivar en un delito de salud pública pueden provocar una disminución de la confianza de la sociedad hacia los cuerpos de seguridad.
- Las barreras regulatorias a las herramientas online, y que estimularán un mayor gobierno digital, incluyendo una mayor prestación de servicios públicos online, como la telemedicina y la educación de manera virtual, así como el voto electrónico, deberán desaparecer.
- El interés en sistemas de verificación digital de la identidad aumentará. A su vez, el cibercrimen podría aumentar a medida que se pongan en servicio tecnologías inmaduras detrás de aplicaciones populares (p.e. Tik tok).
Medio Ambiente
- A pesar de que la pandemia ha conllevado una reducción dramática de la contaminación del aire y de los gases de efecto invernadero, este efecto sólo tiene incidencia a corto plazo. A medida que se evidencia el impacto económico de la pandemia es probable que las inversiones en energías renovables disminuyan, especialmente si el precio del petróleo se mantiene cerca de sus mínimos históricos.
- La demografía de la pandemia y la de la crisis climática son diferentes. Mientras que la acción contra el cambio climático encuentra más apoyo entre los jóvenes, el virus amenaza mayoritariamente a personas mayores. Por un lado, esto puede conllevar una división de las demandas sociales, entre aquellos que demandan una mejora del sistema se salud, y aquellos que demandan una reducción del impacto medioambiental de la acción humana. Por el contrario, también podría impulsar el apoyo intergeneracional para la acción colectiva sobre algunos temas, dado que muchas de las causas fundamentales del cambio climático también aumentan el riesgo de pandemias futuras.
Naturalmente, las tendencias identificadas con anterioridad son puramente especulativas, ya que nadie sabe cómo será el futuro. Sin embargo, la historia económica evidencia que las crisis, sean del tipo que sean, provocan cambios profundos que tienen consecuencias sobre el comportamiento humano. La mala noticia para quienes ansían regresar a la normalidad prepandémica es que muchas de las estructuras, normas, y hábitos anteriores han desaparecido y no regresarán. La buena noticia es que dos de las mayores capacidades que han acompañado al ser humano a lo largo de su historia, a saber, la adaptación y la innovación, se pueden entrenar, y en Deusto Business School tenemos experiencia en ambas. Por tanto, si te interesa explorar el papel de la innovación en los posibles escenarios futuros post-Covid que puedan emerger, puedes contar con nosotros.
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