@jonmizabala

Estamos en el mes de mayo, el mes de las comuniones…  y de las bodas. Nuestros lectores recordarán cómo uno de los temazos del año 1989 fue el ya clásico tema de la banda El Norte, y que decía… “Entre tú y yo… Un diamante es para siempre… Entre tú y yo… Nuestro amor es para siempre”. Cuando era pequeño, recuerdo que cada vez que sonaba esta canción, les preguntaba a mis padres qué pasaba si uno/a perdía dicho diamante. ¿El amor desaparecía?

Anécdotas aparte, lo que sí es cierto es que la pandemia ha influido directamente en el negocio de las bodas. La industria de las bodas ha crecido sustancialmente a lo largo del siglo XX. Uno de los factores que explica este crecimiento fue la aparición de revistas de novias, especialmente Brides, que desempeñaron un papel importante en el desarrollo de una plataforma para que muchos proveedores de servicios llegaran a los consumidores. Este tipo de revistas comenzaron a promocionar la organización de bodas lujosas, con la justificación de que una boda ‘por todo lo alto’ garantizaba un matrimonio de cuento de hadas. Sirva de ilustración el próximo ejemplo. En 1959, la revista Brides recomendaba a las parejas que reservaran 2 meses para organizar su boda, para lo que incluían una lista de verificación con 22 tareas. En la década de 1990, la misma revista recomendaba reservar 12 meses para la preparación de la boda, y la lista de verificación se había incrementado a 44 tareas.

Otro ejemplo de los esfuerzos de la industria para mercantilizar el amor lo representan las campañas publicitarias de los anillos de compromiso. Fue la empresa de diamantes De Beers la que en el año 1948 creó el eslogan de “un diamante es para siempre”, el cual fue calificado en 1999 como el eslogan número uno del siglo XX. En la década de los 1980s, De Beers introdujo otra campaña influyente, que buscaba aumentar el estándar de cuánto debería gastarse en un anillo de compromiso con lemas como “¿No es el salario de dos meses un pequeño precio a pagar por algo que dura para siempre?”. Estos esfuerzos de marketing fueron efectivos para la empresa. Antes de la Segunda Guerra Mundial, en los países occidentales, sólo el 10% de los anillos de compromiso contenían un diamante. A finales de siglo, lo incluían aproximadamente el 80% de los anillos de compromiso.

Sin embargo, el mensaje de la industria que asocia los gastos de bodas con matrimonios más duraderos no había sido evaluado estadísticamente. Según una encuesta nacional realizada anualmente por el principal sitio web de bodas TheKnot.com, el costo promedio de la boda en los Estados Unidos es de $ 29,858. Un estudio reciente ha investigado la asociación entre el coste de las bodas y la duración de los matrimonios. Para ello, ha empleado los datos recopilados a través de una encuesta realizada a más de 3000 matrimonios en los Estados Unidos.

El artículo concluye que la duración del matrimonio está inversamente asociada con el gasto en anillo de compromiso y en la ceremonia de la boda. A su vez, el artículo evidencia cómo una alta asistencia a la boda y el hecho de que los contrayentes se vayan de luna de miel (independientemente de cuánto cueste dicho viaje) están asociados positivamente con la duración del matrimonio.

Un post previo que publicamos en Ekonomiaren Plaza llegaba a unas conclusiones parecidas, por lo que la evidencia parece tozuda. No estaría de más que acudiésemos de vez en cuanto al sabio refranero que ya nos dice que “amor, con amor se paga, y lo demás, con dinero”.

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