@jonmizabala
La primera semana de septiembre, en la Universidad de Deusto, dimos de nuevo la bienvenida a todos los estudiantes que van a estar con nosotros durante este nuevo curso académico 2024-2025. Fue un placer volver a ver caras conocidas y conocer a las nuevas cohortes de estudiantes. Uno de los temas de los que hablamos con estas nuevas generaciones en la jornada de acogida y en las primeras semanas de curso (y me temo que seguiremos hablando de ella durante el resto del año) es la inteligencia artificial (IA), y es que ya llevamos más de un año utilizando la IA generativa en las aulas de la Universidad.
Cuando en noviembre de 2022 Open AI lanzó ChatGPT muchas personas vaticinaron que la IA generativa representaba una amenaza existencial para el sector educativo, y que habría que regularla e incluso prohibirla. Pero, ¿es esto cierto, o aporta nuevas oportunidades para mejorar la formación que ofrecemos y el aprendizaje de nuestro estudiantado?
A pesar de que a menudo no se (re)conozcan socialmente, en un contexto universitario, el equipo docente desempeñamos las siguientes funciones (al menos en la Universidad de Deusto):
- Conocimientos y experiencia: tenemos que dominar la materia que impartimos y, para ello, trabajamos, investigamos y publicamos en nuestra disciplina.
- Facilitación: tenemos que dominar el entorno del aula, ya sea en un espacio físico en la universidad, en una pantalla digital o en un espacio fuera de la universidad (p.e., visitas a empresas). Sin estas habilidades la atención de nuestro alumnado se desvía rápidamente.
- Tutoría / Mentoría: en este papel acompañamos al alumnado, de manera individual, a avanzar en su manera de afrontar problemas, en sus proyectos o en sus capacidades y actitudes. Esta función la desarrollamos durante toda la estancia del estudiantado en la universidad.
- Catálisis: el aprendizaje no sólo se produce en el aula, sino que hay que darle continuidad. Para que este recorrido, que el estudiantado debe realizar, sea más efectivo, el equipo docente complementamos los materiales que impartimos en clase con otras fuentes como libros, artículos, casos, vídeos, retos, etc. Es fundamental que seleccionemos el material más útil para catalizar el proceso de aprendizaje cuando nuestros estudiantes no están con nosotros.
- Construcción de puentes: nuestras asignaturas no son islas, sino que están relacionadas con el resto de las materias que forman parte del plan de estudios de una titulación y, por lo tanto, tendemos puentes entre nuestra área temática y otras áreas relacionadas, así como entre la teoría y la práctica.
- Check point: se nos pide que evaluemos el nivel de conocimientos, habilidades y capacidades adquiridos por el alumnado para asignarles una calificación final para determinar quién puede ‘pasar a la siguiente pantalla’.
- “Guardianes de la galaxia”: probablemente, ésta sea la función más difícil, pero también más gratificante, ya que en el caso de la Universidad de Deusto apostamos claramente por una formación humana en valores. No todo vale, y hacer ver eso a una persona joven que está rodeada de personas que ponen en valor la obtención de una recompensa inmediata y, a veces, a cualquier costa, es muy complicado.
¿Hasta qué punto, pueden los recientes avances en IA generativa aumentar, disminuir, eliminar o facilitar nuestros esfuerzos en cada una de las funciones anteriores? Aquí unas reflexiones tras el aprendizaje desarrollado en el Programa en Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Deusto, en el anterior curso académico (2023-2024):
- Conocimiento y experiencia: la IA generativa facilita que el estudiantado pueda comparar y contrastar la información que ofrece el equipo docente con la que ofrece la IA, lo que tiene un beneficio directo sobre sus habilidades de pensamiento crítico. Dado que la IA se nutre de fuentes, a veces, poco fiables y sesgadas, esto nos permite ayudar a nuestro estudiantado a identificar las imprecisiones que tienen los resultados que genera la IA, y explicar su por qué. Primera oportunidad.
- Facilitación: durante la última década se han desarrollado numerosas herramientas que facilitan la interacción con el alumnado y con su aprendizaje, como los archiconocidos Kahoot o Mentimeter. La IA ofrece grandes oportunidades para desarrollar habilidades en el alumnado como la importancia de reflexionar sobre las preguntas que nos queremos hacer, profundizar en las mismas, y formularlas de manera coherente y precisa. A su vez, podemos contrastar las respuestas que los estudiantes nos dan a dichas preguntas con las que genera la IA y profundizar en su rigor y en su capacidad analítica. Finalmente, también permite al alumnado comprobar su nivel de conocimientos, planteándole a la IA que le formule una serie de retos, y luego contrastar sus respuestas con las que le ofrece la herramienta. Segunda oportunidad.
- Tutoría / Mentoría: para nuestros estudiantes la IA es como una “Alexia tutora” que está disponible 24 horas al día, 7 días a la semana. Esto ofrece, por supuesto, oportunidades, pero también cuestiona cuál es la calidad del asesoramiento que se obtiene por esta vía. ¿Cuán de personalizada resulta la respuesta que ofrece la IA a las consultas, de carácter personal, que le formule un estudiante? La labor de mentoría sigue requiriendo el conocimiento profundo de la persona que hay más allá del estudiantado, y de sus pasiones, potenciales, temores y prioridades. Poca oportunidad aquí para la IA, por ahora.
- Catálisis: la IA facilita la recopilación y el análisis de la información. La información que ofrezca la IA puede servir de base para debates en clase sobre el contenido que la IA les ha devuelto y sus limitaciones e inconvenientes, y poder profundizar en aquellas áreas que, siendo relevantes, la IA no las contempla por el momento. Tercera gran oportunidad.
- Construcción de puentes: la IA permite al estudiantado recopilar material fácilmente. En lugar de dar clases teóricas podemos pedir a las y los estudiantes que dejen que la IA les ayude a conocer la teoría, dedicando después el tiempo de clase a aplicarla a resolver problemas. Cuarta gran oportunidad de aprendizaje.
- Check point: es en este rol donde la IA ha suscitado una mayor preocupación, ya que obliga a que nos replanteemos cómo evaluamos el aprendizaje de nuestros estudiantes. Tal vez una de las demandas que nos exige la llegada de la IA generativa sea poner mayor énfasis en la aplicación del conocimiento más que en su disponibilidad. Como diría Damocles (o el tío de Spiderman) “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
- “Guardianes de la galaxia”: el reto por excelencia en la incorporación de la IA. La IA generativa, no sabe qué no sabe y, por tanto, rara vez dice que “no sabe” e inventa la respuesta. Por tanto, hay que hacer un uso crítico de sus propuestas. Eso significa que el texto generado por IA no puede ser utilizado literalmente, sino que debe ser reelaborado y completado, exigiendo ello una lectura y análisis profundos con un sentido crítico para ser capaces de detectar cuándo la IA está inventando y, por tanto, ofreciendo una propuesta inútil, incoherente, falsa o errónea. Es primordial trasladar que trabajar con la IA debe hacerse desde el conocimiento que el alumnado debe tener sobre la materia, así como desde la honestidad, integridad y transparencia, por ejemplo, citando cuándo y cómo se hecho uso de ella, verificando los datos obtenidos gracias a ella con otras fuentes fiables, asumiendo la autoría del texto reelaborado, y demostrando que se ha comprendido y puede defenderse la totalidad de las opiniones e informaciones finalmente redactadas y haciéndose responsable de los riesgos que puede acarrear suministrar información a la IA y de las consecuencias de su mal uso.
A lo largo del pasado curso académico (2023-2024), en el Programa en Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Deusto, tanto los estudiantes como el equipo docente hemos aplicado de manera sistemática la IA generativa a los retos que nos han planteado los agentes sociales con los que colaboramos. La conclusión a la que llegamos tras este breve camino es que la IA generativa nos ofrece grandes oportunidades para que aprendamos a pensar de forma crítica sobre el conocimiento, sobre cómo se construye, sobre cómo generar ideas, y sobre cómo poder aplicarlas en contextos reales. Estamos frente a una gran oportunidad para cambiar el enfoque de nuestra enseñanza para que nuestros estudiantes no solo sepan, sino que sepan hacer.
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