El pasado 29 de noviembre se celebró en el Salón de Actos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid la presentación de la “Hoja de ruta para la transferencia y la colaboración entre investigación pública y empresa en España”, elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Comisión Europea. En septiembre de 2020, la OCDE puso en marcha un proyecto para contribuir al programa de apoyo a las reformas estructurales, que tiene por objetivo desarrollar reformas que contribuyan a mejorar el funcionamiento del sistema español de ciencia e innovación a través de uno de sus pilares clave, la transmisión del conocimiento generado en las universidades y organismos públicos de investigación y promover su interacción con las empresas y la sociedad en general.
Sin excepción, todos los países del mundo desean que sus inversiones en instituciones de investigación científica contribuyan a su bienestar económico, medioambiental y social. Si bien España no es diferente en este sentido, su sistema de ciencia e innovación destaca por una serie de desequilibrios que limitan su capacidad de generar y aplicar nuevos conocimientos para impulsar la competitividad económica y abordar desafíos sociales urgentes. Para una economía de su tamaño, España ha construido una sólida base de investigación, con una presencia significativa en el panorama científico mundial. Sin embargo, los incentivos predominantes la han llevado a estar demasiado centrada en la búsqueda del reconocimiento científico, lo que ha derivado en una escasa conexión con el mercado, un impacto limitado en la propiedad industrial y en bajas tasas de comercialización de la investigación. Por otro lado, las empresas tienen una experiencia limitada en colaborar con la base investigadora, principalmente debido a su pequeño tamaño.
Al mismo tiempo, el sistema español de ciencia e innovación ha tenido que lidiar con cambios sustanciales en el apoyo presupuestario del gobierno, agravada por la escasa capacidad de utilizar los presupuestos aprobados. En este sentido, los programas gubernamentales de apoyo a la transferencia de conocimiento y la colaboración se encuentran entre los más afectados por los recortes presupuestarios tras la crisis financiera mundial. Los actuales fondos de recuperación de la UE brindan por tanto una oportunidad excepcional para implementar cambios estructurales que permitan la mejora de la competitividad empresarial y la transferencia de tecnología.
Además de ofrecer un diagnóstico de la situación global de la colaboración público-privada en la ciencia e innovación españolas, el proyecto realizado para la elaboración de la hoja de ruta mencionada al comienzo del post también ofrece una serie de líneas prioritarias para poder mejorar la transferencia y la colaboración entre la investigación y la empresa, y que se resumen en los siguientes puntos.
1. Establecer bases sólidas de políticas de ciencia e innovación que hagan posible y eficaz la transferencia de conocimientos y la colaboración: requiere de inversiones sostenidas en ciencia e innovación a lo largo del tiempo y marcos normativos y de políticas adecuados para vincular el conocimiento con las necesidades empresariales y sociales.
2. Redefinir los sistemas de gobernanza de las universidades y los organismos de investigación: requiere de aumentar el compromiso y responsabilidad con la sociedad de las instituciones anteriores, a través de la (re)definición de incentivos individuales y colectivos.
3. Alinear y equilibrar los mecanismos de incentivo individual e institucional: para poder así facilitar que las actividades externas de transferencia de conocimiento y colaboración resulten más atractivas para todo tipo de investigadores, sus equipos y organizaciones.
4. Facilitar y coordinar el funcionamiento de diversos agentes de intermediación del conocimiento (comúnmente conocidas como estructuras de interfaz), como los centros tecnológicos, los parques científicos y tecnológicos y las agrupaciones cluster.
5. Promover las capacidades empresariales para innovar, facilitando e incentivando la participación de las empresas en proyectos de innovación social y cooperativa.
Existe un amplio espacio de oportunidad para que el sistema de innovación español logre un grado más saludable de intercambio de conocimientos y colaboración, no sólo entre agentes del ecosistema investigador y empresarial, sino también entre sectores empresariales, y entre grupos de investigación (e incluso dentro de los propios grupos de investigación). Si bien existen importantes desafíos pendientes, la experiencia de varios países europeos y de la OCDE muestra que las reformas que mejoran el rendimiento de los sistemas de ciencia e innovación y su impacto económico y social son posibles y tienen un impacto tanto económico como social directo.
Desde el grupo de investigación en Competitividad y Desarrollo Económico de Deusto Business School seguiremos contribuyendo a construir espacios de encuentro entre ciencia y sociedad, buscando el logro de objetivos sociales a través de la transferencia de conocimientos y la colaboración con agentes científicos, empresariales y sociales, tanto públicos como privados. Como diría Imanol… partido a partido.
Postdata: con este post cerramos Ekonomiaren Plaza hasta después de las Fiestas de Navidad. Para todos nuestros lectores nuestros mejores deseos para estas fiestas y para el próximo año. ZORIONAK ETA URTE BERRI ON!
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