La República de Irlanda es el segundo país de la Unión Europea (UE) en términos de PIB per cápita (219), detrás de Luxemburgo (268), donde la media de la UE es igual a 100, como se puede observar en las Figura 1 y Tabla 1. El tercer país es, ya mucho más lejos, Dinamarca, con 133. Como recordará el/la lector/a seguramente, ya señalé recientemente que la renta per cápita de Euskadi es de 109 y la de España de 84 en 2021. Es evidente que se llamó “Tigre Celta” a Irlanda por su sobresaliente desempeño económico en los 90 del siglo pasado, pero ¿está pasando algo más en Irlanda últimamente que justifique esa posición?
Figura 1. PIB per cápita y Consumo Individual Actual, 2021 (UE=100).
Fuente: Eurostat.
Tabla 1. PIB per cápita y Consumo Individual Actual, 2021 (UE=100).
Fuente: Eurostat.
Para empezar, conviene detenerse en el dato adicional que contienen el Gráfico 1 y la Tabla 1, también. Se trata del Consumo Individual Actual (Actual Individual Consumption, AIC), que mide “todos los bienes y servicios consumidos realmente por los hogares. Incluye los bienes y servicios de consumo adquiridos directamente por los hogares, así como los servicios ofrecidos por las instituciones sin ánimo de lucro y el sector público para el consumo individual (por ejemplo, servicios de sanidad y educación. En las comparaciones internacionales, se prefiere normalmente esta magnitud en lugar de la más estrecha de consumo de los hogares porque esta última está influida por el hecho de que las instituciones sin fin de lucro y el sector público general actúa como proveedor de servicios”. Por ello, el AIC per cápita puede ser más útil para comparar el bienestar relativo de los consumidores de unos países a otros. Si observamos los datos del AIC per cápita, la República de Irlanda pasa a tener 88 frente a 85 de España y la enorme diferencia que ofrece el PIB per cápita se esfuma (pincha aquí para un interesante artículo de Patrick Honohan, antiguo gobernador del Banco Central de Irlanda, sobre este asunto).
Por otro lado, el Instituto Estadístico Irlandés (Central Statistics Office ó An Phríomh-Oifig Staidrimh, CSO por sus siglas) creó una magnitud de renta nacional bruta modificada o RNB* o RNB asterisco (Modified Gross National Income o GNI* o GNIstar), que excluye los efectos de la globalización, para ofrecer una visión más realista de la economía irlandesa.
Básicamente:
El resultado es que la RNB a precios de mercado constantes fue de 3.210.523 millones de euros en 2021 cuando la RNB* a precios de mercado constantes 2.300.713, esto es, la RNB* es el 71,66% de la cifra “original”. Para el caso de Irlanda, haciendo un cálculo “bruto”, se pasaría de un PIB per cápita de 219 a uno de 157, todavía muy alto, pero no tan espectacular.
La Figura 2 muestra la diferencia entre la RNB y la RNB* y, como se puede observar, las cosas empezaron a cambiar desde 2009 y especialmente desde 2015, cuando las multinacionales utilizaron la República de Irlanda como sede de empresas para tributar menos (Apple, por ejemplo, lo que se conoce como la era “Green Jersey”, por los colores nacionales; Paul Krugman llamó a este fenómeno “Leprechaun economics”, por los duendes de la mitología irlandesa).
Figura 2. Renta Nacional Bruta (RNB) y Renta Nacional Bruta alternativa (RNB*) a precios de mercado constantes en Irlanda, 1995-2021.
Fuente: Central Statistics Office (Irlanda).
Las implicaciones de este asunto son variadas, empezando por el impacto de los paraísos fiscales y los activos intangibles sobre la economía real, pero puede llegar incluso a distorsionar algo tan fundamental como los valores medios de la eurozona en magnitudes básicas como el PIB (como han señalado los economistas Brad Setser o Adam Tooze, por ejemplo). Y, claro está, ello puede dar una imagen equivocada de la realidad económica, lo que es peligroso. Habrá que estar atento.