El pasado 27 de febrero el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) publicó que el Producto Interior Bruto (PIB) del País Vasco creció un 2,9% en 2017 (pincha aquí para la noticia). Nuevos datos como este proporcionan una buena excusa para mirar hacia atrás y ver la evolución del PIB del País Vasco desde 1980, que es cuando Eustat empezó a medir esta macromagnitud fundamental.
El Gráfico 1 muestra la evolución del PIB real del País Vasco desde 1980 a 2008 (en base 2015), justo hasta la crisis. El PIB se expresa en logaritmos neperianos por conveniencia, porque la pendiente de la línea de tendencia resultante asociada a dicha variable cuando se presenta su evolución temporal (años) nos proporciona directamente la tasa del crecimiento media del PIB. Así, en el caso del País Vasco, el coeficiente lineal de la función y=0,0337x+17,078 significa que la tasa de crecimiento media fue de 3,37%. Ello implica que si el País Vasco hubiera seguido creciendo a este ritmo, el PIB sería de casi 90.000 millones de euros en 2017 (en base 2015). Téngase en cuenta que hoy el PIB real es de casi 73.000 de euros (en base 2015). Ello implica que el PIB podría haber sido en 2017 un 23% mayor de seguir la misma tendencia hasta 2008.
Fuente: Eustat.
El Gráfico 2 muestra la evolución completa del PIB real desde 1980 hasta 2017. Ahora la tasa de crecimiento media baja hasta el 2,8%. Esta diferencia de 0,5 puntos porcentuales al año puede parecer poco, pero con el paso de muchos años el efecto del interés compuesto es enorme. Como señalaba arriba, el PIB podría haber sido hoy un 23% más alto de seguir creciendo como en el pasado. Como se puede observar, el PIB hoy es ligeramente mayor (3,8%) que en 2008, el año pre-crisis con el PIB más alto. En 2015 el PIB vasco era aún inferior al de 2008, y este valor se superó finalmente en 2016 (0,9% mayor que en 2008).
Fuente: Eustat.
Han pasado, por tanto, casi 8 años hasta recuperar el volumen de la “tarta económica” del País Vasco del período pre-crisis. Casi nada. Este hecho me lleva a una frase muy repetida del filósofo, ensayista, poeta, y novelista estadounidense de origen español George (o Jorge) Santayana (en su obra “La vida de la razón”, en 1906 en inglés), de que “aquellos que no conocen su historia están condenados a repetirla”. Esperemos que no sea así …