JORGE F. MENDIOLA
Han pasado ya algunas semanas desde que Cuatro comenzara sus emisiones y una gran mayoría de espectadores ni se ha enterado aún. La nueva cadena analógica de Prisa nació con el lastre de ocupar el espacio vacante de Canal+. Como los teleadictos no incluían la codificada en su zapping, Cuatro sufre ahora las consecuencias.
Con una imagen retrofuturista y cortinillas inquietantes, Cuatro es un cajón de sastre dominado por la docu-realidad. Perlas ochenteras (Melrose Place, Los Roper, Humor amarillo…) comparten parrilla con hallazgos como El especialista, 1Equipo, Cuatrosfera (South Park, Campeones…) o Six Pack (gamberros en la foto). Mención aparte merecen la joya de la corona, Noche Hache (al menos por audiencia), y esa suerte de Gran Hermano culinario llamada Oído Cocina, concurso en el que una docena de jóvenes marginales lucha por hacerse un hueco en la jungla de la restauración.
Cuatro encierra otra multitud de sorpresas, entre las que sobresale la recién estrenada House, pero el canal no termina de enganchar por esa simple cuestión de falta de hábito. Tiene su sitio en el mando a distancia; sólo queda descubrirlo.
El anuncio del Audi A4. La canción es Ain’t got no/I got life, de Nina Simone (Saga Of The Good Life & Hard T, 1968). Ahora, en versión extendida con toda la letra.
Tele 5 ha retirado el culebrón Amor en custodia tras sólo tres capítulos, el último con un paupérrimo 9,2% de share. La fiebre del oeste no ha sobrevivido a Pasión de gavilanes. Menos mal…