TERESA FLAÑO
El título no se refiere a una película de Ang Lee sino a una nueva dinámica que se están dando en todas las televisiones, públicas y privadas: la de enseñar a personajes públicos, más o menos populares, demostrando su habilidad en alguna faceta ajena a la de su profesiones. Ya sea bailar, como lo hacen con Ane Igartiburu, cocinar con Sergi Arola o cantar con Paula Vázquez, aunque en este último caso debían desafinar tanto que el programa apenas duró dos telediarios. Ahora anuncian que Alfredo Urdaci va a realizar monólogos humorísticos en La Sexta, la nueva cadena que se estrenará a finales de marzo. Personalmente no sé si me provoca risa floja la propia idea o escalofríos que recorren el espinazo, aunque no creo que los humoristas profesionales teman por sus puestos de trabajo. Hasta el momento los rostros populares salían en televisión contando sus vidas, con retribución económica o sin ella, con lloros en Salsa Rosa o Dónde estás corazón que iban creciendo cuando mayor era el acuerdo económico. Pero ahora se ha puesto de moda ver cómo se desenvuelven en los concursos. Verles en situaciones ridículas, soltando lágrimas porque no se entienden con un compañero, encerrados en una granja o en una hotel vip y cuanto más hagan el ridículo mejor. En muchos casos no sólo llegan a la categoría de pseudo famosos que esperan aumentar su popularidad y su futuro caché en programas rosas, haciéndose populares dando vueltas a una tortilla de patatas o soltando gorgoritos. Muchos de ellos tienen en común que son ex. Hay ex modelos (hombres y mujeres), ex esposas de ministros de Fomento, ex domadoras de elefantes, ex toreros o ex amantes que hicieron dimitir a algún ministro británico, que estando en el candelero mediático se aseguran hacer caja en el futuro. Ahora hay que esperar a ver cómo se desenvolverá el ex director de los servicios informativos de TVE, aunque recordando cómo leyó el comunicado sobre Comisiones Obreras, pienso que eso sí fue una humorada. Igual, hasta encuentra un nuevo camino profesionl.