Alberto Moyano
‘Truman Capote’ –’Capote’ en el original– cuenta una historia en
principio fascinante, como es la investigación periodística del
asesinato de todos los miembros de una familia en un pueblo de Kansas,
a manos de un par de vagabundos. El resultado de la investigación dio
lugar al libro ‘A sangre fría’ que, según la mitología, fundó un nuevo
género: la novela de no ficción, y si alguien sabe cómo puede llamarse
novela a un relato que no contiene ficción, éste puede ser un buen
momento para que lo explique. Por lo demás, tampoco es la primera obra
de ese estilo porque ya se habían publicado antes varias, como
‘Hiroshima’ de John Hersey, por citar la más famosa.
A lo que íbamos. La película aborda un tema interesante, las
interpretaciones están bien, aunque del doblaje ya se ha dicho todo
–salvo que la risa de Capote es clavada a la de Ortega Cano–, y la
recreación de los ambientes provincianos USA también está muy lograda.
Sin embargo, a medida que la peli avanza y reclama más profundidad, el
guión, sin embargo, se vuelve más esquemático y superficial. La
relación de Capote con su preso favorito se queda en un esbozo y el
flash back del crimen resulta bastante penoso. A pesar de todo, la peli
está bien.
Otro día habrá que hablar de los que van al cine a cenar bolsas de alpiste y el estrépite que arman durante la proyección.