Alberto Moyano
Creo que Dios es amor y la Cope su profeta. Creo en ‘El Mundo’. Esto
implica que los atentados del 11-M los cometió un comando salafista
dirigido intelectualmente (¿?) por ETA, con el apoyo de los servicios
secretos marroquíes y españoles, y la complicidad de la Policía y la
Judicatura. El beneficiario de todo esto sería el PSOE, que ocuparía el
Gobierno por cuatro años tras desalojar al PP. La víctima también sería
el PSOE que, atrapado en los tejemanejes de ETA, se ve obligado a
rendirse y a entregar el estado de derecho atado de pies y manos a
‘Josu Ternera’. La víctima de todo esto sería asímismo el PP, que no
sólo ha sido objeto de un complot destinado a su demolición, sino que,
tal y como está revelando ‘El Mundo’, concitó durante su gobierno
enemigos tan dispares y en tal cantidad que la confabulación, realizada
debajo de sus propias narices y sin que nadie se enterara, sólo podía
triunfar.
Creo en el hundimiento de la prensa histórica española (‘El País’,
‘ABC’…) y en los éxitos de ventas del periódico de Pedro J. Ramírez,
a razón de 500 ejemplares diarios por conspiración revelada. Creo en la
inevitabilidad de este proceso, idéntico al de la invasión televisiva
de lo rosa, con la que comparte argumento y coartada: la audiencia
manda. Creo en la irreversibilidad de este éxito, por cuanto la
acumulación de pruebas y contrapruebas ha llegado a tal punto que no
habrá nada en el mundo que haga desdecirse a los apóstoles de la
conspiración, que pasarán así a formar parte del grupúsculo de los que
piensan que a Kennedy los asesinaron los marcianos y que Elvis aún vive
y trabaja en una fábrica de mantecados de Astorga.