Alberto Moyano

(Viene del anterior)

17.45
– Con la habitación 635, por favor.
– Un momento.
(Tono de llamada)
– ¿Sí?
– Con Pablo Milanés, por favor.
– ¿Llama de El Diario Vasco?
– Pues sí.
– Es que Pablo no va a poder atenderle hoy. ¿Puede concertar otra entrevista para mañana?
– Vale. Adiós.

17.50
– ¿Equis? Milanés no nos ha dado la entrevista hoy y me han dicho que acuerde otra para mañana.
– J… Bueno, vale, ahora te llamo.

17.55:
– ¿Sí? Oye, que le llames mañana a las seis a este hotel de Orense. Pides que te pasen con su habitación.
– OK. Ta’luego.

Viernes. 12.00 horas
– Perdona. Soy Equis. ¿Puedes llamar a Pablo un poco más tarde, digamos sobre las 18.40?
– Vale.

18.40
– Buenas tardes. ¿Con la habitación de Pablo Milanés, por favor?
– ¿De parte de quién?
– Llamo de El Diario Vasco.
– Un momento por favor.
(Minutos de espera)
– Disculpe. En este momento no está. Puede llamar dentro de cinco minutos.
– Lo intentaré. Gracias.

18.50
– Buenas tardes. ¿Con la habitación de Pablo Milanés, por favor?
– Un momento por favor.
(Minutos de espera)
– Disculpe. Que a ver si puede llamar dentro de cinco minutos.
– Paso. Gracias.

18.55
– ¿Equis? Te llamo de El Diario Vasco. No hay forma de contactar con
Milanés, así que si quieres pásale a otro medio la entrevista porque no
se la voy a hacer.
– No, espera, déjame arreglarlo y te llamo en cinco minutos.
– Qué va. Se me ha acabado la cuerda. Lo siento. Prueba con otro.
– Disculpa, es que esta gente… Tienen la obligación de dar las entrevistas que hemos pactado.
– Seguro. Oye, ya sé que no es culpa tuya, pero es que me he cansado.
– ¿Me dejas que intente…?
– Que no, que no.
– Lo siento y gracias.
– A ti. Hasta la próxima.