Alberto Moyano

1) Que los jovencitos dejen de provocar los bajos instintos del obispo
de Tenerife, reduciendo su persona a un mero físico de escándalo y un
cuerpo deseable, obviando su enriquecedora vida interior. Y si van en
serio, que formalicen la relación y contraigan matrimonio –gay, por
supuesto–.
2) Que no suceda como hace treinta años y naufrague otro buque en la
costa donostiarra, en concreto por la zona de Monpas, resolviendo por
la vía de los hechos el apasionante debate sobre la pasarela peatonal.
3) Que se cargue un canon preventivo sobre el precio de cualquier
vehículo rodado ante la posibilidad de que acabe utilizándose, no sólo
para huir tras la comisión de un delito, sino incluso como coche-bomba.
La posibilidad existe, luego se debe gravar.
4) Que los políticos dejen de humillar a nuestra clase empresarial
jugando con ínfimos porcentajes de variación en el impuesto de
sociedades, como si nuestros mejores prohombres sólo buscaran el máximo
beneficio en el mínimo tiempo, y no estuvieran aquí para –como a ellos
les gusta decir– «devolver a la sociedad una parte de lo que nos ha
dado».
5) Que se universalice en Gipuzkoa el derecho inalienable a endeudarse
con la Hacienda Foral para, posteriormente, negociar una sustanciosa
rebaja en la cantidad a pagar, tal y como ya se ha ensayado con éxito
con algunos privilegiados ciudadanos.
6) Que alguien pregunte a Sarkozy si cree que puede hacer algo en el
caso de la pequeña Madeleine McCann, dadas altas prestaciones que el
presidente francés ha demostrado a la hora de conseguir que todo el
mundo acabe volviendo a su casa.
7) Que Los Soprano inicien con urgencia un cursillo acelerado de
jatorrismo que les permita cerrar con soltura cualquier conversación
mediante expresiones como «besarkada bat» o «agur bero bat», quedando
así en condiciones de ocupar la presidencia y el consejo de
administración de esta Real que tanto les necesita.
8) Que Miguel Santos no olvide anunciar periódicamente –pongamos cada
mes y medio– que, en efecto, no optará a la presidencia del club
blanquiazul. Aunque sólo sea para comprobar que, en efecto, mantiene el
bronceado a lo largo de todo el año.
9) Que sus correspondientes federaciones faciliten a los deportistas
las sustancias necesarias para su mejor rendimiento, evitando así que
incurran en esas prácticas ilegales que les empujan a la marginalidad.
10) Que la infanta asuma de una vez su separación, rehaga su vida
sentimental con otro ejemplar de las mismas prestaciones que el
anterior y deje de huir de los problemas refugiándose en el caballo y
otros paraísos artificiales.
11) Que se instaure un discurso del rey tanto en Semana Santa como ante
las vacaciones de verano –a poder ser, en formato más largo–, dada la
alta demanda del público hacia este tipo de productos televisivos (ocho
millones de espectadores el pasado día 24).
12) Que la justicia imponga órdenes de alejamiento a los protagonistas
de ‘Escenas de matrimonio’ antes de que las desavenencias vayan a más,
ocurra una desgracia y 300.000 vascos adictos a la serie se vean
obligados a exclamar: «Se veía venir».