Alberto Moyano
Tras el paso de Rajoy por el informativo de Tele 5, tocaba anoche a Rodríguez Zapatero someterse al cuestionario de Pedro Piqueras. Y la primera constatación es que el discurso del presidente del Gobierno exhibe una flacidez impropia de estas vísperas electorales.
Si hace cuatro años prometía retirar a las tropas de Irak, combatir las mentiras y otro mundo es posible, ahora el bla bla bla ha descendido hasta niveles ínfimos: más dinero, más ayudas, más kilómetros de alta velocidad y nunca mais dialogaré con los terroristas.
Desde el punto de vista de la captura de voto, ZP fracasó a todos los niveles. El 88% de las personas que contactaron con la cadena vía telefónica confesaron que la charla no les había hecho cambiar su intención de voto, aunque cuesta creer que al otro 12% sí. De confirmarse, habría que preguntarles qué fue exactamente lo que les sedujo.
Concluida la precampaña, el ganador ha sido Rajoy, que una vez olvidados los asuntos frívolos, tipo España se vende y Navarra se rompe o viceversa, ha impuesto su agenda en el debate. Y esta vez, sólo un 48% de los consultados se mostraron dispuestos a dejar en manos de Zapatero sus finanzas, frente al 50% que se las confiaría a Rajoy.