Alberto Moyano
“Qué injusto es el mundo del fútbol. Hacemos un póster de todo el equipo, supermajos, ahí, remando todos juntos, y en menos de una semana ya se ha quedado obsoleto. Es que he tenido que echar a Joserra. Le he dicho: ‘Venga, hombre, no seas naif. ¿No pensarás continuar drenando al club después de palmar tres partidos seguidos? Anda, dame un abrazo y lárgate.
No lo ha entendido a la primera, ni a la segunda, pero parece que a la tercera ya lo ha ido pillando. Total, que me ha jodido el póster. Una pena. Había quedado superguapo. Es más: si lo miras a trasluz coincidiendo con el solsticio de primavera se ve la cara de Zigic. Haría otro nuevo, pero para qué, si tampoco creo que Juanma dure mucho.
Tres entrenadores y dos directores deportivos en tres meses. No hay precedentes en el fútbol español. Estamos en cifras de primera. No sé si de primera de sucesos o de primera de hospital, pero en todo caso, de primera. He traído a Juanma: majísimo, aunque un poco raro. Es de aquí, pero habla lunfardo con acento porteño. A mí me da igual. Tiene toda mi confianza y mi cariño.
Ahora debo hacer algo que no me gusta: intervenir a un par de jugadores que llevan largo tiempo lesionados y no quieren operarse. Bueno, lesionados, pero que, en cuanto me ven aparecer por los entrenamientos, salen corriendo que se las pelan. Debo abrir y echar un vistazo. Va a ser desagradable. Espero no ponerlo todo perdido”.