Alberto Moyano

“He colgado en la web una entrevista conmigo. Se titula ‘Cien días de polos y granizados’. Superguapa. Me la he hecho yo mismo. Me encanta cómo ha quedado. Igual abandono la rueda de prensa como formato y me vuelco en la autoentrevista. Podía habérmela hecho cualquiera de comunicación, si no los hubiera
despedido a todos. ¿Para qué servían? Total, si me he entendido a la
perfección conmigo mismo.

Me he permitido algunas licencias. Por ejemplo, contestar al entrevistador -o sea, a mí mismo- con frases ingeniosas, del tipo:”no me pongas esa cara de sorpresa si te digo que…’ Otra licencia: sólo escribo dos palabras enteramente en mayúsculas: ‘qué’ y ‘gozada’. Por supuesto, juntas y este mismo orden.

En el club somos una gran familia. Una piña colada. Todos remamos a la vez, pero con las responsabilidades de cada  uno perfectamente claras. Por ejemplo, están los que van a ser despedidos y los que ya lo han sido, y dentro de este último, los supermajos -que se van sin cobrar indemnización- y los chupópteros -que exigen que se cumpla su contrato-.

Ya digo, una entrevista superesclarecedora. Cuento cómo me reí ayer leyendo ese periódico fáctico que no leo desde el 23 de diciembre, también lo del presupuesto que la Real aprobó en noviembre -un disparate como no he visto desde la última vez que miré las cuentas de Laitjaus- y hasta lo que me dijo mi mujer, eso de ‘K, tenemos que subir a la Real a primera; y yo sé que lo conseguiremos, y desmostrarles (sic) a esos fácticos lo mentirosos que son’. Jo, estamos más enchufados que nunca.

Ahora sólo falta el ascenso. Las 50.000 banderitas están al caer. Estamos ante un momento histórico. Tenemos una cita con la gloria. Nos jugamos mucho en este envite crucial. Yo, en concreto, dormir en el sofá toda la próxima temporada”.