Alberto Moyano

“Qué disgusto tengo. Lo de siempre. Mis imaginativas y audaces propuestas vuelven a chocar con el inmobilismo mezquino y cortoplacista de los de turno. Ahora, ha tocado los empleados del club.

Elaboro minuciosamente un plan, basado en la milenaria sabiduría china en estos temas, para que concilien la vida laboral y familiar de modo que puedan llevar los niños al cole y así y ¿cómo me lo pagan? Denunciando despidos agresivos y tal. Y es lo que yo digo: ¿no está ganando el equipo los últimos partidos o qué? ¿Queremos subir a Primera o no queremos? Pues apoyad, caramba, apoyad y no distraigaís a los jugadores con estas minucias pequeño-burguesas.

Desde luego, parece mentira. La puñalada te llega de los que tienes a tu lado. Encima que son accionistas del club, con lo que estoy haciendo por ellos.

Y en Gijón diciendo que quería primar al Cádiz. Hay que ver cómo es la gente. Primar al Cádiz. Ya me gustaría, ya. Los del Sporting deben ser a estas alturas los únicos que aún se creen lo de que tengo dinero.

Bueno, ellos y el alcalde, espero. Ya le he mandado mi oferta por el Estadio: 17 millones. Sí, ya sé que costó 45 millones, pero es que yo amo los colores y eso tiene que contar. Toda la documentación obra ya en manos del alcalde. Vamos, un SMS, muy completo, eso sí. Estuve a punto de enviarle también el politono de “¡Eres tonto!” de El Canto del Loco, pero me lo pensé mejor, que luego se mezclan las cosas y no quiero que se me malinterprete.

Lo dicho. 17 millones. ¿Que no me venden el Estadio? Bueno, vale, no pasa nada, pero al menos que me vendan las pistas de atletismo. Así podría correr en casa”.