Alberto Moyano
1) El representante español no ha quedado enterrado en el medio de la clasificación por friki, sino precisamente por el exceso de competencia. La proliferación de caricaturas, no sólo en el escenario, sino en todo el entorno del Festival desdibujaron los perfiles de su personal propuesta. En este sentido, Andorra se impuso a todos como sujeto más friki al regalar los doce puntos de la máxima puntuación a la propuesta de Spain.
2) El enemigo del bodrio engendrado, gestado y lanzado al mundo por Buenafuente surgió de entre sus propias filas. El resucitado José Luis Uribarri se/nos volvió tan loco en su empeño de anticiparse a lo que iba a votar cada país que por momentos, más que Euromicción, parecía que estábamos viendo ‘Pasapalabra’.
3) Rafaella Carrá es un valor seguro. Su peculiar versión del castellano hizo que salpicara su discurso de simpáticos equívocos, como llamar ‘Danimarca’ a ‘Dinamarca’. Por lo demás, su aspecto apenas ha cambiado desde que cantaba aquello de “un hombre dentro del armario, qué dolor, qué dolor”. Eso sí, , es posible que el sujeto en cuestión esté ya cerca del gatillazo e incluso tenga ganas de pasar directamente al cigarrito post coitum, dadas las décadas transcurridas.
4) Euromicción es el Consejo de Europa, pero por otros medios. En esos asuntos, se mide la calidad y cantidad de tus enemigos. La votación que un país otorga a otro es directamente proporcional a la sangría cosechada en sus respectivos conflictos. Dicho de otra forma: a Serbia sólo le falta el ingreso de Kosovo en la organización para volver a ganar. O lo que es lo mismo: la única posibilidad que España tiene de vencer el año que viene en Moscú pasa por convertir al País Vasco y Cataluña en estados independientes.