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Alberto Moyano

El jukebox

Banderas (de nuestros padres) & Streep (Tease)

Alberto Moyano

Venecia se hunde lentamente, pero la Mostra lo hace a toda prisa. Mientras la Sección Oficial proyectada en el certamen del Véneto naufraga miserablemente hasta el punto de que alguno de nuestros críticos más atormentados ya se ha ofrecido voluntario para lanzar a su director del festival por el puente de Calatrava, el Zinemaldia se sacaba de la manga esta mañana sus penúltimas cartas.

Y, en contra de lo que apuntaba la rumorología, no serán Brad Pitt y/o Angelina Jolie -para alivio del ciclista nudista, bajo peligro de adopción-, ni George Clooney -para alivio de la cerda de Santo Tomás- las estrellas invitadas a recoger Los Premios Donostia, sino Meryl Streep y Antonio -‘Anchonio’, para su mujer- Banderas los galardonados.

La primera exhibe una filmografía apabullante, por decirlo suavemente, y que parece construida a base de acaparar cuanto papel estelar femenino surgió en Hollywood durante al menos un par de generaciones. Especializada en no dejar un ojo seco en toda la sala, su nombre se coloca a la altura de los más grandes de cuantos figuran en el Palmarés de los Donostia. Y encima tiene hasta pinta de decir cosas como “goxua” y “maitia”, con lo que la tasa de jatorrismo exigible en estos casos parece casi garantizada.

Banderas, por su parte, representa el flanco débil del desequilibrado dúo. Intérprete tirando a lalalá, ha conseguido, sin embargo, gran popularidad. Viene a Donostia en concepto de representante del éxito internacional del cine español.

Su misión, garantizar la presencia constante de cazautógrafos en la puerta del María Cristina. Sus armas, una simpatía -¿ligeramente impostada?- adornada con un marcado acento andaluz que quita y pon, y un empalagoso catálogo de ‘tics’ hollywoodienses a la hora de posar, siendo el más estomagante de todos ellos esa insistente manía de apuntar con el índice a las cámaras, mientras simula gesto salvaje o algo así.

Por lo demás, la Sección Oficial, ya anunciada con antelación, presenta a priori mucho mejor aspecto que el de la denostada Venecia y Zabaltegi volverá a recoger lo mejor de los mejor de otros festivales. El comité de selección del certamen donostiarra ha visto casi 1.700 películas, de las que se proyectarán 145 producidas este mismo año. Esto significa que por cada cinta seleccionadas se han desechado diez. Visto así, parece imposible que se haya colado una sola cinta mala. Que así sea.


septiembre 2008
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