Alberto Moyano
1) El Festival ha arrancado con una película protagonizada por Liam Neeson y Antonio Banderas. El primero no ha venido, pero el segundo sí . Lo ha hecho de gaupasa porque sólo faltan dos meses para las elecciones presidenciales USA y la agenda de las estrellas hollywoodienses se aprieta hasta el límite. En el caso de Banderas, el actor venía de salvar al mundo de las garras del candidato McCain, mediante una cena con su contrincante Obama: “Es que aunque yo no soy estadounidense, mi hija sí lo es y prefiero un futuro en el que el presidente sea Obama”, ha venido a decir.
2) Hay cierta inquietud entre la organización del Zinemaldia respecto al overbooking de paraperiodistas de la telezaborra en las ruedas de prensa. Esta variante del periodismo gonzo se distingue por interrumpir el plácido transcurrir de los encuentros al habitual ritmo de pregunta/respuesta, con propuestas más extravagantes, del tipo: “¿Quiere usted casarse conmigo?”, “¿me permite que le haga entrega de este ramo de capullos” o el más clásico “¿podría dedicar un saludo a nuestra audiencia?”.
3) En la de Banderas también estuvieron presentes. “Es que usted me intimida, jo, ya lo creo que me intimida. Me intimida y mucho”, decía una grácil doncella micrófono en mano. A lo que el actor, sacando el Antoñito que lleva dentro y luciendo su mejor acento andaluz, replicó, mientras se desentendía de la sujeta, girándose en dirección a otro punto de sala: “Cómo te voy a intimidar yo, que zoi un tío mú majo y mú normal”.