Alberto Moyano
1) El jurado ha fallado y como siempre, el fallo llega preñado de incógnitas, no sólo por lo que ha obviado, sino por lo que ha premiado. El compañero Carlos Elorza apuntaba ayer en ‘Sesión contínua’ la posiblidad de que Leonor Watling inclinara la balanza hacia ‘El nido vacío’, dado que su novio -o lo que sea- Jorge Drexler había colado un par de temas en la película.
2) A veces, el amiguismo y este tipo de cosas conforman una versión aceptable de la realidad que, además. Porque, visto ‘El nido vacío’, uno prefiere aferrarse a cualquier hipótesis antes que enfrentarse a la posibilidad de que la cinta argentina -ah, sí, no toda; sólo la fotografía y la interpretación masculina- hayan gustado al jurado.
3) También tiene un toque juerguista el del Premio de la Juventud que, tras apostar durante medio festival por la gran ‘Hunger’ -de lo mejor que uno ha visto en esta edición- se ha decantado el penúltimo día por ‘Amorosa soledad’, inane historia de una alelada con hipocondría y fascinación por los utensilios médicos, un papel que, de haber sido masculino, hubiera bordado Gabino Diego.
4) Pese a lo que a cada uno le parezca el Palmarés, esta edición ha sido más que correcta. De las diecinueve películas proyectadas en la Sección Oficial, apenas cinco quedaban ayer sin distribuidora en España. Y eso en el año de nuestro señor en el que la crisis azotó el sector -en realidad, todos los sectores- y la Mostra de Venecia se hundió con estrépito.
5) Ha estado guay comentarlo aquí con vosotros. Ahora, por favor, abrid fuego.