Alberto Moyano
“Dicen que me quedan dos cortes de pelo. Crecepelo. Lo cierto es que hay un contubernio fáctico-masónico con tintes rojos en lo foral. Pero esto está chupao.
Las últimas semanas han sido supertranquilas. Venga pedir dinero todo el mundo. Nada reseñable. Que si los jugadores, que si Salva, que si Larra, que si unos clubes que dicen no sé qué de que estaban convenidos, que si la Diputación, que si dame la ‘due diligence’. La tuvimos que subastar en internet. Ya dijimos que seríamos imaginativos a la hora de encontrar nuevas fuentes de ingresos, ¿no?
Se deben creer que aquí fabricamos billetes. Dinero, la verdad es que no, pero les hemos ofrecido 15.000 banderines de ‘Erreala Primeran’ y nada. 12.000 camisetas de ‘Todos somos Feng’ y tampoco. ¿Cuándo hicieron algo parecido las anteriores directivas?
Menos mal que unos señores, de apellido Concursales -deben ser familia- son supermajos. Ha sido darles mi informe detallado, preciso y minucioso sobre la viabilidad del club y ponerse la mar de contentos. Lo han entendido a la primera: no hay pasta, pero nos sobra entusiasmo.
Y la imagen que damos en la reuniones. Yo, en cuatro por cuatro -dieciséis, como Benedicto-; Antoñana, en Harley, con tachuelas en las alforjas. Es verle y empezar a escuchar en mi cabeza el ‘Born to be wild’ de los Steppenwolf. Puro ‘Easy Rider’, jopé.
Son estas pequeñas cosas las que nos ennoblecen. No nos llevarán a Primera, no, pero nos colocan en el Teleberri por delante del Athletic. En fin, nadie nos lo agredecerá. No importa. No estamos aquí para colgarnos medallas. Si es lo que yo le digo a Antoñana: ¡Break on through to the other side!”