1) La prensa más reaccionaria recibió la víspera con verdadero júbilo la gala de la 23 edición de los Premios Goya celebrada anoche, dedicándole amplio espacio interior e incluso alguna foto de portada, todo a cuenta de la que consideran una desastrosa temporada del cine español ya que ninguna de las películas nominadas alcanzó el millón de espectadores.
2) La película de Javier Fesser ‘Camino’ se llevó seis de los siete premios a los que optaba, convirtiéndose en la gran triunfadora de esta edición. Su estreno tuvo lugar en el pasado Festival de Cine y aunque no se puede decir que pasara desapercibida, el jurado dejó que se fuera de vacío.
3) Otras dos cintas nominadas ayer también pasaron por el último Zinemaldi: ‘El truco del manco’ y ‘El patio de mi cárcel’. La primera se hizo con tres Goyas y la segunda se fue de vacío, probablemente, con idéntica justicia en ambos casos.
4) Jesús Franco debería estar tranquilo y satisfecho con su Goya de Honor. Su confesión -“no he hecho películas buenas, sino algunas menos repugnantes que otras”- podría ser firmada por buena parte de la profesión, no sólo en este país, sino del Planeta.
5) Sorprendió bastante la ausencia de referencias a la situación en Palestina por parte de los galardonados. Los mensajes se dirigieron mayoritariamente a denunciar las descargas ilegales y la piratería, un gran problema sin duda, aunque igual no tanto como lo que tantos de ellos han denunciado como un “genocidio”.
6) En el reparto de premios confluyeron dos hechos insólitos: ni Reyes Abades (efectos especiales), ni Alberto Iglesias (música original) obtuvieron premio. Alguien debería investigar en los archivos para comprobar si es la primera vez que no figura ninguno de ellos en el palmarés de los últimos quince años.