Fragmento de la grabación obtenida en el curso de una cacería celebrada el pasado fin de semana en la finca Navaltorno. Participan un ministro, un magistrado de la Audiencia Nacional y el jefe de la Policía Judicial J.A.G.
– MINISTRO: ¡Hombre, Baltasar! A tí te quería yo ver.
-JUEZ: Passssa, Mariano. ¿Qué? ¿A pegar unos tiritos, eh?
– MINISTRO: Faltaría más. Nada como la actividad cinegética para desconectar. Es que para mí, el fin de semana es sagrado.
-JUEZ: Y para mí. Mira, me he traído al jefe de la Policía Judicial. Tenéis que verlo en acción. Acojona verle. ¡Cómo husmea el tío! Se cobra todas las piezas. ¿A que sí, Juanan?
-J.A.G.: Precisamente, señorito Baltasar, quería hablarle de eso. Me he tronchado la pierna y me temo que no voy a poder acompañarles…
-JUEZ: Anda y no me jodas, Paco, digo Juanan. Estás perfectamente, que me la dicho la Régula.
– J.A.G.: Que no, que no, señorito. Que me la he tronchado.
-JUEZ: Déjate de mariconadas. ¿Qué quieres? ¿Dejarme mal delante de mis amigos o qué? Te quiero ver yendo a por todas, ¿me oyes? Luego te compro un detallito para los niños.
– J.A.G.: Pero señorito…
-JUEZ: Nada, nada, déjate de hostias y a cumplir. ¿Ya has visto qué venados hay por aquí, Mariano?
-MINNISTRO: Pues sí, de miedo. Oye, parece que está realmente lesionado.
-JUEZ: Cuentos, hombre, cuentos. Éste está en forma. La gente habla mucho pero aquí les tenemos supercuidados. Este mismo, no te creas, sabe leer y firmar de su puño y letra. ¡Que estamos en Europa, por dios!
-MINISTRO: Vale, vale, lo que tú digas. Oye, va a venir también don Leandro, el de la constructora. Te lo tengo que presentar. Acuérdate que el fin de semana que viene tenemos lo del partido contra la droga. Él será el árbitro. Ya le dicho: ‘Leandro, tú da caña al equipo de los famosos, A la mínima, penalti y expulsión’. Y él: ‘Que sí, que sí, Mariano, no te preocupes, que ganáis de calle, seguro’.
-JUEZ: Bueno, venga. Vamos pa’allá, que me muero por tumbar unos corzos. Oye, me tienes que contar lo de la trama y todo eso, que el lunes tengo que interrogar a unos cuantos. Pero luego. ¿Te he contado ya lo que me relaja esto de la cinegética? Yo es que necesito desconectar y bla, bla, bla…