“Dios es amor. La vida está preñada de sentido cuya intención última se nos escapa, pero sin duda está ahí. Tú y yo somos la prueba irrefutable.
Todo consiste nacer fruto del amor y en ir por la vida acumulando infinitos conocimientos que, con el paso de los años, te harán mucho más lúcido porque no hay mejor maestro que los errores cometidos, ni mejor tutor, que la colección de fracasos. De cada fallo podemos extraer una lección que habrá de sernos de enorme provecho en el futuro.
Lógicamente, semejante proceso evolutivo sólo puede desembocar en una vejez plácida, rodeados de los nuestros, en la que toda la gente que nos ama estará deseando que compartamos la sabiduría. Y al final, nos despedimos de este mundo en paz, con la satisfacción de haber dejado un gran legado y todas la cuentas resueltas. Al fin y al cabo, lo más importante es la belleza interior.
Cierto, a lo largo de la vida surgen algunos conflictos, fruto de los malestendidos inherentes a la convivencia con nuestros semejantes, pero hablando se entiende la gente, sobre todo, cuando hay buena voluntad por ambas partes.
Y es que nunca es tarde para vivir a tope. Cada nuevo día es un regalo que se nos ofrece, un acontecimiento irrepetible que nos invita a aprovechar el tiempo a fondo, como si cada minuto fuera el primero y, a la vez, el último.
No estamos solos, amigos. Somos muchos los que nos sentimos así. Si juntamos nuestros pequeños granitos de arena podemos construir un mundo mejor, siempre abiertos a los argumentos ajenos y desde la certeza de que a veces incluso nosotros podemos equivocarnos, por supuesto, desde la buena fe.
Nunca es tarde. La vida siempre te da una segunda oportunidad. El amor siempre llega, tarde o temprano. La felicidad es un estado de ánimo al alcance de tu mano. No es más feliz quién más tiene, sino quién menos necesita. Todo lo que buscas está en tu interior y cada buena acción acaba recibiendo su recompensa. Al fin y al cabo, todos buscamos el bien común y cada cual tiene su corazoncito en el anida la bondad.
Cada ser vivo tiende a mejorar con el tiempo. Aprendemos muchísimo de nuestros errores. Nunca tropezamos todo el rato con la misma piedra. Dios es amor y te quiere tal y como eres. Y eso que tu mayor defecto es la sinceridad, vamos, que siempre y bajo cualquier circunstancia dices la verdad”.
Y ya está. Ahora, pulsar la tecla ‘guardar’ y a la red. Apuesto lo que quieras a que nadie lo reconoce.