Cumplida la promesa de mantener la mente en blanco desde comienzos de junio, ya puedo anunciar que el experimento ha resultado todo un éxito, pues si bien no me ha ayudado un ápice en la comprensión del mundo, sí que me ha permitido mejorar notablemente mis capacidades adaptativas a sus siempre extrañas circunstancias.
Tras aplicarme la función reiniciar, descubro que el 15-M – denominación que prefiero frente a la ‘Indignaos’, que por razones logopédicas vinculo mentalmente a Pepe Bono- continúa entregado a la práctica del ciclostatic, ejercicio que si bien no lleva a ninguna parte, cuenta cada día con más adeptos, quién sabe si precisamente por eso mismo. Las etapas con salida y meta propician abandonos masivos en plena carrera, apenas comienzan las primeras rampas.
Leo también que es tal la energía que desprenden las movilizaciones estáticas que incluso un grupo como Amaral ha sentido su influjo durante la grabación de su nuevo disco, que se titulará ‘Hacia lo salvaje’, algo así como si Metallica sacara ‘A las cinco en el Bule mientras te hacías la dormida’, bajo la coartada de haber registrado todas las canciones en Las Landas. Sin abandonar el terreno musical, la única componente de Russian Red anuncia que es más bien de derechas, declaraciones ambiguas hoy en día, pero que permiten descartar a Rajoy como su líder político mejor valorado y dejan a Putin como única opción de voto.
En cuanto a la macroeconomía, está todo tan revuelto que afloran las revelaciones luminosas. Por ejemplo, Grecia sólo recibirá más préstamos si deja de falsear sus cuentas y cumple las condiciones del prestamista, de normal, draconianas. A esto ahora se le llama agresión a la soberanía. Descubro con estupor que todos llevamos la vida entera soportando semejante régimen de intercambio.
En cuanto me entere de más cosas, seguiré escribiendo. Por lo demás, debo comunicar que, amén de otras diferencias, entre Strauss-Kahn y un servidor hay una brecha insalvable. En sus hoteles, el servicio de limpieza irrumpe en la habitación cuando el huésped se encuentra aún dentro. En mi caso, jamás lo hace. En algún caso, sospecho que ni una vez que ya me he ausentado.