Así como la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino que también tiene que parecerlo, la Justicia puede recorrer las aceras disfrazada de trotona, mientras se dedica a girar distraídamente la balanza que la representa como si fuera un bolso de baratillo. En las películas estadounidenses, al menos, llegado el momento de consumar con el cliente, se espera de ella que proceda a su detención, no que acabe copulando frenéticamente.

Dicho esto, la anunciada sentencia sobre el caso Bateragune que la Audiencia Nacional tuvo el detalle de filtrar ayer a la emisora con mayor audiencia acumulada, según datos del último Estudio General de Medios (EGM), puede que imparta justicia, pero nos priva de un relato coherente, siempre tan reconfortante a la hora de propinar penas de diez años.

Así, si el tribunal considera que las declaraciones de Otegi en torno a que ETA “sobra y estorba” fueron realizadas en el marco de la enésima intentona de no perjudicar “al frente institucional” -identificado como Bildu en ‘El País’-, cabe preguntarse por qué se permite que está coalición esté legalizada y concurra con normalidad a las elecciones. Por supuesto, aquí nadie está cometiendo fraude de ley.

Además, según la sentencia secreta, Otegi y Usabiaga actuaron al frente de Bateragune como auténticos dirigentes de ETA, especialmente, al posicionarse en contra de la violencia, una doblez que les situaría en el mismo plano que los Urrusolos Sistiagas y los Mujikas Garmendias. Dilucidar quiénes de ellos son sinceros y quiénes no desborda el ámbito probatorio judicial para entrar de lleno en el terreno esotérico de las creencias ciegas.

Que nadie lea en estas líneas una defensa de Otegi, que se cansó en libertad de desperdiciar oportunidades de convertirse en O’tegi y jamás dejó pasar la ocasión de perder una buena ocasión. No obstante, si la filtración se confirma y el tribunal hace suyos los argumentos de la Fiscalía, es de esperar que el Constitucional reitere de inmediato la ilegalización de Sortu y algún organismo proceda a hacer lo propio con Bildu, sobre cuya gestación e intenciones reales ya no es posible alegar ignorancia, de acuerdo con lo establecido en esta nueva sentencia de la Audiencia Nacional.

En cualquier caso, a falta de saber si el fallo de la AN complica el panorama político, parece claro que despeja enormemente el electoral. Ahora mismo, enfrentado a los ‘ultraligeros’ López, Basagoiti y ¿Erkoreka? en unos comicios se corría el riesgo de que un Otegi en libertad sin cargos se los merendara como si fueran buñuelos de viento.