1) El tiempo es finito, pero el resto de las cosas no, por lo tanto, conviene armarse de algo a la hora de esquivar la lluvia de obras maestras que nos cae a diario. Por ejemplo, los prejuicios, que tienen muy mala prensa y son para uso personal e intransferibles, pero que te pueden servir para salvarte de cualquier proyecto en el que esté involucrado Barceló, así sea levemente. La proyección hoy de ‘Los pasos dobles’ ha dejado como danmificados a buen puñado de incautos.
2) En cambio, la otra cinta a concurso, ‘The Deep Blue Sea’, según la obra teatral de Terence Rattigan, se antoja magnífica. Cuando llevas una notable colección de vacuidades escuchadas en tan sólo tres días, se agradece escuchar a alguien que aclara las cosas: “El amor es limpiarle el culo y cambiarle las sábanas cuando se ha orinado para que mantenga la dignidad que permite seguir adelante”.
3) La historia pivota en torno a la joven esposa de un dignísimo magistrado, enamorada de joven gañan. El amor es una cosa de dos en el que las cosas siempre se igualan en el nivel más bajo de los miembros de la pareja y ya se sabe desde por lo menos Baudelaire que no hay mejor cosmético que la estupidez. Dicho lo cual, la película plantea si ese sustitutivo que es el deseo no será incluso mejor que el original. En mi opinión, recomendable y de lo mejor que ha caído por ahora en la Sección Oficial a concurso.
4) Esta noche se proyecta en una gala especial en el Victoria Eugenia ‘El precio de la libertad’, una ‘tvmovie’ producida por EITB y BlogMedia que recurre a la figura de Mario Onaindía para pasearse por la historia reciente del País Vasco. Los autores hablan de’Novencento’ y ‘La mejor juventud’ como referencias. Volvemos a los prejuicios, pero me entra la risa loca. Ya lo siento.