En la rueda de prensa posterior al consejo de ministros de los viernes, el Gobierno dio a conocer este miércoles algunas de las condiciones en las que tendrá lugar el fin del mundo, en el caso en el que se vea obligado a pedirlo. En primer lugar, el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, aseguró que mantiene las líneas de comunicación permamentemente abiertas con los mayas para pactar las condiciones del Apocalipsis, pero añadió que en absoluto sea una decisión ya tomada: “Dependerá de las circunstancias y a día de hoy, éstas no se dan”.
Rajoy explicó que hará falta acometer algunos ajustes “si queremos que el fin del mundo siga siendo universal y gratuito”, entre los que citó la implantación del euro por receta de cianuro. En cualquier caso, garantizó que el Gobierno no abandonará a nadie a su suerte, de forma que el que no pueda suicidarse por sus propios medios será eliminado con cargo a los presupuestos generales del estado.
El presidente del Gobierno indicó que “a nadie le gusta acabar con el mundo, pero no nos queda más remedio que decretarlo” y añadió que “si el Ejecutivo anterior se hubiera ocupado de extinguir el planeta, como era su obligación, ahora no estaríamos como estamos”. No obstante, quiso lanzar un mensaje de esperanza al asegurar que “de producirse finalmente el fin del mundo, todos los indicadores mayas apuntan a que la recuperación empezará en el segundo semestre de 2013, con el ‘hágase la luz'”.
Advirtió, sin embargo, que en esta ocasión nos encontramos ante un fin del mundo de naturaleza diferente a todos los que hemos conocido con anterioridad, por lo que ya podemos olvidarnos de asistir a una vuelta a la creación en siete días, tal y como en alguna ocasión ha vaticinado Dios, el insigne economista de la escuela de Chicagom en su columna de los domingos. “El fin del mundo no tiene por qué ser malo”, explicó el jefe del Ejecutivo, quién recordó que son varios los países de nuestro entorno los que lo han solicitado, con excelentes perspectivas de recuperación a medio y largo plazo.
A continuación y en el transcurso de una rueda de prensa sin preguntas aunque con insinuaciones, tomó la palabra la ministra portavoz, Soraya Saénz de Santamaría, para detallar la postura del gobierno en las negociaciones sobre la hecatombe, en el caso de que hubiera que recurrir a ella. Así, comentó que el Gobierno contemplar exterminar a cien personas por año trabajado hasta un máximo de 75 años y que a la hora de confeccionar las listas, se dará prioridad a parados de larga duración, extranjeros sin papeles, enfermos crónicos y ancianos de todo pelaje que requieran de cuidados sanitarios. A continuación, irán todos los demás “porque la ley es igual para todos”, enfatizó.
Preguntada por la posibilidad de que el Gobierno decrete una amnistía vital para aquellos contribuyentes que sobrevivan al fin del mundo ocultándose en cuentas abiertas en paraísos fiscales, Saénz de Santamaría admitió que el ministro Montoro estudia algún tipo de medida de gracia, siempre y cuando el beneficiario se mate a un 7% de interés TAE, en el plazo de los diez días posteriores a la desaparición de cualquier forma de vida en el planeta. En este punto, Rajoy retomó la palabra para aclarar que el Gobierno no contempla en ningún caso suspender la jornada de Liga del fin de semana y que sobre este punto, se mostró inflexible. “Hay determinadas líneas rojas que no estamos dispuestos a traspasar”. Sí reconoció, en cambio, que los partidos de Champions podrían sufrir algún cambio de fechas, en función de cómo vaya la destrucción del mundo. “Es una medida que no nos gusta, pero somos un Gobierno responsable y nuestra obligación es hacer lo que sea por el bien de todos”, aseguró distraídamente, mientras hojeaba el ‘Marca’.
El propio presidente cerró la comparecencia ante los representantes de los medios haciendo un llamamiento a la unidad y a la responsabilidad colectiva. “Sé que hay gente que lo está pasando mal, porque a nadie le gusta que se le acabe el mundo, pero estoy convencido de que saldremos del Apocalipsis mucho más fuertes de lo que estábamos antes de que todo desapareciera. En cualquier caso, este Gobierno no va a hacer dejación de su responsabilidad y si hay que pedir el fin del mundo, pues, oiga, qué le vamos a hacer, se pide el fin del mundo, siempre desde la defensa de nuestros intereses, que es para lo que nos han elegido los españoles”, concluyó.